Tengo tantas preguntas para ti que me gustaría hacerte. Tantos cuestionamientos que me dejaste y hasta el día de hoy no he podido resolver. Y parece que mientras más pasa el tiempo, más te desconozco. Ojalá pudiera volver a verte de frente, pero a ti, no a la persona que eres ahora y que no logro reconocer. A ti. Que murió lentamente frente a mis ojos, sin darme tiempo de guardarle el merecido luto.
Ojalá pudieras volver a mí, pero es imposible. Porque ya no existes. Y me da miedo pensar que tal vez nunca lo hiciste.