Estoy escondido. Él me busca.
Grita mí nombre pero no hay respuesta, corro de un lugar a otro y no me quedó en un lugar fijo.
No he dormido, no he llegado a casa, apenas comí una barra de cereal.
Lo veo, pero no sé quién és.
He pedido ayuda, pero él también se esconde. Nadie lo ve, sólo yo.
No alucino, él está ahí, él me ve.
Hoy, llevo dos días huyendo de él, sin saber quién es o qué quiere. Tampoco quiero averiguarlo.
El terror me hace temblar, mamá pregunta en cada segundo si todo está bien. No, no lo está, no sé dónde estoy, y nadie puede encontrarme.
Nadie va a salvarme de alguien que sólo se deja ver por mí.
Sé que esta ahí, lo escuchó. Pero él no sabe dónde estoy, y yo tampoco.