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╱                                        ¡todo iba viento en popa! Gold había recuperado a su preciado Poltaro, un pequeño Poliwag que salto de felicidad al ver a su amigo humano, y además tenía un nuevo compañero, una pequeña en esta ocasión, una Sunker que decidió llamar Suntaro, cada vez más su equipo crecía, y ni hablar del huevo...
          
          ahora mismo se encontraba en una torre de radio, ¡con la dicha de conocer a su amada Rosa! la mejor presentadora de todas, aquella muchacha por la que escuchaba la radio a la hora justa de principio a fin de manera casi religiosa.
          
          pero tambien tuvo la desdicha de pelearse con un Smergle y una tal Whittie... ¡y ahora estaba metido en una carrera de bicicletas! vaya vueltas daba la vida.
          
          salio del baño con suma calma, tomándose su tiempo a pesar de que le estaban esperando fuera del edificio para iniciar la competición, justo fuera le estaba esperando el Pokémon tipo agua que tanto había buscado, recibiéndolo con unos saltos de felicidad.
          
          ───── muy bien Poltaro, ¡no necesitas desearme suerte, voy a barrer el suelo con esa tonta! no va a saber ni que le paso por enfrente ───── le comentó a su Pokémon con sumo orgullo, seguro de su victoria, el Poliwag solo soltó un chillido, apoyando a su entrenador pero tambien riéndose un poco de él.
          
          

@silpphxx  
          
          ╱                                  el joven estaba por abrir su boca, reprochar y quejarse, pero rápidamente se mantuvo callado, algo raro en él... que solo ocurría cuando genuinamente no tenía algo con lo que contraatacar.
          
          "Gold uso contraataque."
          
          "Silver utilizó un movimiento especial."
          
          "¡oh no! ¡que pena el contraataque de Gold fallo!"
          
          bufó indignado, moviendo la cabeza hacía otra dirección, ese tipo parecía incluso más insoportable que la primera vez que lo vió, aquel pelirrojo que vió en el laboratorio del viejo de Elm era mucho más callado y menos respondon.
          
          aunque en su molestía paso algo por alto, un detalle crucial, ¿no se suponía que ese ladrón debería tener dos Pokémon tambien..? desgraciadamente este tonto estaba demasiado enojado como para siquiera percatarse de ello, hubiera ahorrado un sin fin de discusiones.
          
          ───── eres un descarado... ───── murmuró, pensando en su cabeza que tenía todo el derecho de responderle ───── ¡tal vez esta vez hayas ganado, pero la próxima no tendras tanta suerte! ─────
          
          "suerte", por supuesto Gold, ¡engañate pensando que fue suerte tu derrota! que tu inexperiencia no tenga nada que ver.
          
          cosas de gente con el ego subido se debía suponer. 
          
          se dió media vuelta por igual, aun cuando ese no era el camino que iba a tomar, debía de ir al centro Pokémon cuanto antes, sin embargo... ───── ¡para la próxima que te encuentre no te las vas a terminar de–! ───── volteó de reojo hacía atrás, esperando encontrar nuevamente al pelirrojo yéndose, ¡estaba listo para lanzar una advertencia! pero la figura simplemente... desapareció, Gold se quedó confundido, desconcertado, cualquier sinónimo que pudiese usarse, era lo que Gold sentía.
          
          ¿ese ladrón era tan rápido? ¿se tardo tanto en voltear? ¿o fue magia lo que le hizo desvanecerse? era intrigante cuanto menos... 
          
          ───── huh... maldito, se escapo ───── pronunció antes de seguir su caminó, sin darle mucha más importante al asunto de la desaparición.
          
          

Cuando el combate terminó, Totodile realizó una alegre danza por su victoria, sin embargo, Silver permaneció impasible, observando a su pokémon en silencio, con una expresión fría. No dijo nada, ni cuando el entrenador derrotado cargó a Aipom.
          
          ─── Bajo tu lógica, aún si tuviera efectividad de tipos, tu tenías dos pokémon que, en cuestión numérica, podían haber acabado conmigo ─── corrigió.
          
          El entrenador derrotado intentó protestar, mencionando de nuevo el pokémon que supuestamente Silver había robado. Esto irritó al hombre, ya que solo hurtó uno.
          
          ─── Hmmph, no robé nada tuyo. Deja de interferir en mi camino ─── agregó, con desdén, girando sobre sus talones.
          
          Comenzó a alejarse, su mente estaba trabajando en su próximo movimiento. Cada victoria era un paso más hacia su objetivo, miró por última vez al entrenador sin nombre con una mueca de superioridad.
          
          Mientras caminaba con Totodile a su lado, a pesar del cansancio, mantenía el paso con energía. Silver sintió una oleada de satisfacción.
          
          ─── Vamos, Totodile ─── dijo, firme pero menos severo ─── Tenemos mucho por delante; no dejaremos que nadie se interponga en nuestro camino.
          
          @Goldboy-  

@silpphxx  
          
          Gold se acercó a su compañero mas antiguo, cargándolo en sus brazos para dejar que descansara de mejor forma, como si fuese un pequeño bebé ───── Ataro... ¡demonios! ───── se quedó, con el ceño fruncido y con molestia por su perdida.
          
          observo hacía el adverso, si fuese un Pokémon le estaría gruñendo y se lanzaría a morderlo, ¡era insoportable! a Gold no le gustaba encontrar ególatras similares a sí mismo ───── ¡claro que podría vencerte! solo ganaste por la efectividad de tipo inicial, así hasta el más novato logra ganar... ───── hizo de menos la victoria ajena, ¡no iba a admitir que verdaderamente el adverso era bueno en los combates! ni aunque su vida dependiera de ello.
          
          ───── pero que hayas ganado no significa que te libras de mi... ¡tienes algo que me pertenece, recuerda! ───── parecía inútil tratar de razonar con el chico, era terco como un Mudsdale y molesto como un Joltik en el trasero, a ojos de Gold, el contrario era solo un ladronzuelo, no podía confiar en nada de lo que dijese.
          
          

@silpphxx  
          
          ╱                                  para desgracia de Gold, él fue el humillado de esa batalla, ¡ni siquiera sabe como ocurrió! trato de repasar lo sucedido.
          
          aun con lo poco entrenado que estaba en los combates serios, sabía que en esa situación Totodile tenía la ventaja contra Cyndaquil, agua gana fuego, era algo básico, y aun así hizo lo que pudo, tratar de desorientar al pequeño caimán con pantalla humo y basar todo su daño en placajes, su mejor opción debido a que ascuas haría poco o ningún daño.
          
          aquel ladrón debía de ser un buen entrenador, por que aun con aquel humo logro guiar a su Pokémon para atrapar al puercoespín, ¡menos mal para Gold que tenía otro Pokémon más! no tenía idea de que todo iría a peor.
          
          ───── si no hubieses robado a mi Poltaro serian tres... ───── soltó como contestación a mitad de combate, un ataque verbal directo, otra acusación más que sin saber era totalmente vacía.
          
          debería ser sencillo, Totodile ya se encontraba débil y ahora no había efectividad de tipos, sería más justo, o por el tema de la salud, injusto para el pelirrojo.
          
          pero Aipom no estaba acostumbrado a los combates, era un Pokémon de casa, a mucho podía deshacerse con suma efectividad de molestos Pokémon salvajes pero en un combate real era prácticamente inútil, aunque le doliera admitirlo al azabache.
          
          el mono morado hizo su esfuerzo, se movió con agilidad por el campo siendo ese un punto a su favor, pero siendo de los pocos, termino cediendo ante la fuerza del Pokémon tipo agua más debilitado.
          
          

A pesar del impacto, no mostró más allá de sorpresa. Su interés en gamer creció aún con la desventaja del combate. Totodile seguía luchando con energía, a pesar del cansancio visible. Silver sabía que no podía aflojar, sus órdenes eran rápidas y precisas, manteniendo a Totodile en movimiento.
          
          El segundo Pokémon del oponente intentó tomar ventaja de la situación, lanzando un poderoso ataque. Totodile respondió con un ataque de agua devastador, potenciado por el daño recibido anteriormente que golpeó de lleno al Pokémon enemigo, dejándolo sin fuerzas de continuar.
          
          Silver sonrió con arrogancia mientras el último Pokémon caía al suelo, derrotado. Totodile, agotada pero victoriosa, miró a Silver con una mezcla de alegría.
          
          ─── Hum. Eso fue una perdida de tiempo ─── comentó, con su sonrisa todavía incrustada en su rostro ─── Nunca tuviste una oportunidad contra mí, ¿de verdad pensaste que podrías vencerme? Eres más tonto de lo que pareces.
          
          @Goldboy-  

El ladrón apretó su puño de rabia cuando escuchó el menudo sobrenombre acerca de su cabello natural, rodando los ojos con una expresión de molestia. Totodile volteó a ver a su entrenador, haciendo un ruido, como si esperara que, en lugar de su ira, se centrara en el combate contra el entrenador.
          
          ─── Hummph, mucho diálogo. Terminemos con esto rápido ───  dijo, comenzando así oficialmente el combate.
          
          El combate inició al poco tiempo; era una batalla justa. Silver, en cada momento, ordenó al Pokémon con un increíble manejo aún si era la primera vez que lo usaba en un combate. Totodile lanzó su primer ataque con precisión, golpeando al Pokémon del oponente con un chorro de agua. El rival intentó contraatacar, pero mantuvo la calma, dando órdenes claras y efectivas.
          
          Cada movimiento de Totodile era ágil, esquivando los ataques enemigos con destreza. La batalla avanzaba rápido, con el Pokémon dominando en el campo.
          
          El tiempo pasó rápido y Cyndaquil cayó al poco. Sin embargo, cuando se percató de que el entrenador tenía otro más, se frustró.
          
          ─── ¿Qué? ¿Tienes otro más? ─── gruñó, con una mezcla de sorpresa e irritación ───. ¿Crees que un simple segundo Pokémon puede cambiar tu suerte?
          
          @Goldboy-  

@silpphxx 
          
          ╱                                      un combate, no era algo convencional para el chico, su rutina consistía en levantarse, discutir tontamente con su madre durante el desayuno, jugar billar mientras escuchaba su programa favorito de la radio que poseía a aquella belleza angelical como presentadora, ver revistas que definitivamente no eran aptas para su edad e irse a dormir, ¡aun con las variaciones de ello, los combates no iban incluidos! 
          
          podía participar, pero no era experto... y eso no importaba, él era el gran y magnífico Gold, ¡esto debía de ser pan comido!
          
          ───── tú eres el que me esta subestimando teñido barato! ───── incluso tenía la osadía de insultarlo, ese era Gold, un chico imprudente sin rienda alguna y aires de superioridad, ¡un patán en toda regla! tan siquiera era carismático, y eso se dudaba en bastantes ocasiones...
          
          Cyndaquil continuaba con su confusión, pero se mantenía recto, esperando alguna orden de su entrenador para atacar, observaba con cautela al Pokémon frente suyo, ¡ese no era su compañero! su instinto se lo estaba gritando.
          
          ególatra contra ególatra, era un pésimo enfrentamiento, el perdedor de esta contienda iba a terminar destrozado en el suelo mientras la otra parte de burlaba de su derrota, nada bueno podía salir de esto, oh que desgracia...
          
          todo esto podría evitarse si el entrenador con el taco no fuese tan tonto y se diera cuenta que no estaba frente al mismo ladrón.
          
          

El hombre daba respuestas que podía prever. Silver estaba decidido a darle una lección a ese rastro de confianza que se mecía en su presencia. No deseaba esa presencia, era indeseada. Aunque sería el primer combate oficial de Totodile, estaba seguro de que podría vencer al hombre. La compatibilidad de tipos era obvia, sabía que a ese tipo fuego le ganaría con un ataque.
          
          ─── Tsk, como si me importara, pero… ganaré este combate y te arrepentirás de haberme subestimado ─── dijo con una sonrisa arrogante, tratando de ocultar su entusiasmo tras un rastro de indiferencia.
          
          Silver sacó de su pokéball reluciente a Totodile, el Pokémon que había robado. Era la oportunidad perfecta para estrenarlo y comprobar que no había elegido una opción débil. Totodile miró curioso a Cyndaquil, con un aire de alegría dentro de él, una inocencia que contrastaba con la tensión del momento, posicionándose con entusiasmo, listo para el combate.
          
          ─── No es que me importe, pero… Totodile, demuestra lo que vales y acaba con este tonto ─── desvió la mirada por un instante, aunque su sonrisa arrogante aún se dibujaba en su rostro. Sabía que este combate sería su victoria, y no podía esperar a ver la expresión de derrota en el rostro de su oponente.
          
          @Goldboy-  

@silpphxx 
          
          ╱                                   sin darse cuenta de su propia idiotez, se enojo ante aquella respuesta tan evasiva, frunció el ceño como si estuviese en todo su derecho de molestarse, aun sin captar que estaba con otro ladrón pelirrojo con un Tottodile y con la misma vestimenta.
          
          en defensa de Gold... era imposible saber que se trataba de personas diferentes, la idea de un error en la realidad misma era difícil de adivinar.
          
          ───── ¡no te hagas el tonto, claramente fuiste tú! ───── dentro de su hueca cabeza no era imposible equivocarse, ¡él siempre tenía la razón! en un futuro iba a estrellarse contra la realidad e iba a darse cuenta de su estupidez ───── ¿retardado? ¡no me veas como espejo! ───── 
          
          apretó la Ball en su mano, su nuevo compañero seguramente estaba listo para combatir, aunque por la transpariencia roja podía observarse al puercoespín bastante desconcertado por lo que ocurría, por que a diferencia de su entrenador, el pequeñín podía darse cuenta de la gran diferencia entre pelirrojos.
          
          ───── ¡si un combate es lo que quieres, un combate tendrás! te arrepentirás de tus acciones ───── arrojó la esfera dejando libre a Cyndaquil, que seguía sin descubrir que ocurría exactamente con todo a su alrededor, volteó a ver a su entrenador, ladeando la cabeza e incluso abriendo un poco sus ojos siempre cerrados, queriendo comunicar que algo no iba bien ───── ¿ah? ¿qué pasa Explotaro..? ───── increíblemente, aun con lo tonto que era, si se percató de ello ───── hey hey, ¿no reconoces al tipo que robo a tu amiguito? ─────
          
          el tipo fuego asintió, pero antes de que buscara comunicar nada mas el entrenador hablo ───── ¡y es él! ¿no? ───── y nuevamente otra afirmativa por parte del pequeño, ¿cómo comunicar que eran el mismo... pero a su vez no? ───── ¡entonces no hay más que discutir! ¡es hora de luchar! ─────