Fue todo muy rápido,
y de un día para otro,
dejaste de estar a mi lado.
Desde entonces,
no he parado de extrañarte,
de pensarte,
en cada momento
y a cada instante.
Hoy cumplirías un año más,
pero ahora ya no estás.
Yo quiero mandarte,
allá donde estés,
el más grande de los abrazos.
¡Feliz cumpleaños, mamá!