mi amor, mi vida eres tú. no necesito creer en un ente superior, porque la única fe que mueve mi ser es la pasión que tú me causas. me desmontas el concepto de tiempo, para mí el pasado comienza el día que nos conocimos y el futuro solo me lo puedo imaginar contigo a mi lado. cuando era más joven no creía en el amor puro ni en la necesidad del matrimonio, ahora tú me has hecho entenderlo. ¿qué es el amor? da igual quién me lo pregunte, amor para mí siempre vas a ser tú. tus palabras lindas, tu devoción hacia mí, la manera en que tú me miras. nunca había pensado que eso me pasaría pero solo pienso en llevarte al altar, quiero sentir nuestras almas ligadas espiritualmente como en nuestra forma y pensamiento ya lo están. llamarte mi esposo, aunque ya seas mi vida entera, mi amor, mi cariño, mi bebé. el día que por fin nos llamamos novios después de años mi corazón lloró, porque sabía que te lo estaba entregando hasta el fin de mis días. diría que el día que tú no me ames más me sentiría como una pequeña hormiga ante una vida que no sabe vivirla (porque ya no concibo el existir sin estar a tu lado), pero el sentimiento que compartimos es único, izan. si tiene esa profundidad es porque es mutuo, ambos sentimos tal magnitud por el otro que roza casi la obsesión, un lazo tan fuerte que no el más bravo de los vientos lo podría romper. da igual en el tono en que me hables siempre para mí va a ser la más dulce de las melodías. sabes que me vuelve loco escucharte cuando me rebates las palabras, cuando me recuerdas que soy débil ante ti y no soy capaz ni de fingir un pseudo desprecio porque acabo encima de ti, de nuevo, creándote pequeñas odas.
eres mi musa, izan. todas mis palabras van dedicadas a ti. somos tú y yo, nada más existe.