¿Sabes por qué escribo? Porque es mi forma de soltar todo lo que tengo adentro, hermano. No voy a seguir el juego de nadie, ¿ok? Yo no soy un cacahuete que se deja influenciar por cualquier idiota con un discurso bonito. Si vas a hablar, primero piensa. Porque ser rebelde no es ser malcriado... es tener los huevos de cuestionarlo todo, aunque sea una vez en esta jodida vida.

Mis historias no son solo para entretener. Te llevan a otros mundos, sí... pero también te revientan en la cara con la verdad. Porque no se trata solo de escapar, también hay que recordar en qué mundo vivimos. Y en medio de todo eso, sí, también hay espacio para romper la rutina y cagarse un poco de risa. Porque hasta en el infierno, uno necesita aire.

Eso es escribir para mí.
¿Y tú? ¿Vas a seguir dormido o te vas a levantar de una vez?    Porque te lo digo claro, hermano...
En este mundo, o escupes tu verdad, o tragas la mierda de otro.