hoy en medio de la frialdad de mi velada, me levanto hacia ti. para preguntarte muchas cosas, para contarte mis anécdotas y llorar en nombre de mi Musa perdida.
entre las notas de este gato que toca para ti, siento tu resplandor nocturno iluminar el lienzo de mi soledad. donde pinto mis temores y mi tristeza eterna.
la melodía de ese violín melancólico que se desliza entre las cuerdas, gracias a un etéreo movimiento, me transporta a ti y me hace sentir tu calor otra vez.
me reflejo en el agua, pero no soy yo.
no reconozco la silueta de ese payaso triste entre la cristalina marea.
no reconozco el dolor en el semblante de esa alma perdida.
no trates de ocultarte, mi sublime estrella. se que me escuchas. se que es cansino oír los lamentos de un romántico entre partituras desordenadas.
voy a ahogarme entre mis quiméricos y sempiternos dolores. voy a hundirme en este océano de confusión. y nadaré hasta tocar fondo.
voy a perderme de nuevo, para poder encontrarme otra vez.