Update sobre mi vida:
Segundo año de la universidad. Oficialmente cumplí 18 años, puedo manejar, tomar, tener cuenta bancaria, ir a discotecas o bares... pero acabar presa porque mi firma no me sale igual siempre, ohno.
Me siento demasiado estresada, este año está siendo una montaña rusa emocional: Estar enferma casi todo enero, un diagnóstico médico que gracias a Dios no fue grave, pasar semanas con dificultades para hacer mis actividades básicas por una operación, tener dificultades para salir con mi enamorado por normas de mis padres, darme cuenta de que la universidad cada año se pone peor, darme cuenta de que trabajar en grupo no es tan bonito como lo pintan, amaecerme en un lugar frío por amor a lo que hago, no ver a mi enamorado seguido y lo peor, un diagnóstico médico doloroso a una de las personas que más amo, a alguien de mi familia.
Creo que he llorado más este año que en el 2024... y eso que llegué a llorar como más de doce horas seguidas en un par de ocasiones ese mismo año (deshidratación pura). Esta Semana Santa lloré más que en la del 2022 y eso que ese año lloré por el temor a unos simples códigos de amistad rotos... la razón por la que lloré este año fue demasiado grave.
Mi cumpleaños fue uno de esos días en los que sonreír fue una terapia, estaban mi familia, mis amigos y mi enamorado para hacerme reír.
Mi refugio es la oración, es Dios. No puedo hacer más que eso para saber que estaré bien, pero aparte de eso, creo que necesito retomar las sesiones psicológicas. No me encuentro bien y la situación grave por la que mi familia está pasando me está afectando.
Hay días en los que no quiero hacer nada más que encerrarme en mi cuarto y llorar, pero sé que esa persona me necesita y quiere que estudie. Y eso voy a seguir haciendo. Debo ser fuerte.
Y bien... ese es mi update. Confío en que Dios me ayudará a salir de esta, siempre lo hace.