Cinco,
ya es cinco;
los días más largos,
las noche más cortas,
y aún en la finitud de estas últimas,
tu nombre toma una distancia eterna.
Tu nombre que es otoño
pero también primavera,
que sabe a menos idas que vueltas,
a remolinos y sonrisas compartidas
y en mi boca se vuelve tres letras.
Hace un tiempo,
tal vez el mismo desde que hemos vuelto,
que percibo a una vida dormida,
despierta.
Y confío,
porque la vida es
más arte que ciencia
cuando existimos.
Sí,
confío en que el mañana
ya no es vacío
porque hoy
tú estás conmigo.
(Feliz cinco, Sof <3)