youresoIovely

entre aquí después de mucho tiempo, ay

kokegur

he aquí un acróstico para el amor, el dulce y etéreo sentir que mi alma aflige sin cesar.

kokegur

♡︎: nadie más que sólo tú y yo.
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kokegur

♡︎: ęs cuando sé que eres tú.
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kokegur

♡︎: inquiriéndome tu ánima.
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kokegur

viendo pasar las nubes fue pasando la vida, y tú como una nube, pasaste por mi hastío.

kokegur

y miraré las nubes sin pensar que te quiero, con el hábito sordo de un viejo marinero que aún siente, en tierra firme, la ondulación del mar. porque no, no te quiero a pesar de que mis manos tiemblen: porque, ¿por qué? porque te amo.
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kokegur

y se unieron entonces tu corazón y el mío, como se van uniendo los bordes de una herida. los últimos ensueños y las primeras canas entristecen de sombra todas las cosas bellas:  y hoy tu vida y mi vida son como estrellas, pues pueden verse juntas, aún estando tan lejanas.
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kokegur

ayer, por décima cuarta vez te recordé, recordé poco a poco tu rostro, tú sonrisa, tus flagelados y dorados cabellos, el aroma de tus galletas, tú caligrafía y la manera torpe de escribir los números como si fueran dos curvaturas mal dibujadas. la primavera vivaz me recuerda a tu picardía, a tu humor negro, a tu manera especial de vestir, a tú voz qué a veces era cálida como el invierno que se extiende a cada rincón del inconfundible espacio y con ella recordé un camino de hojas secas, al fondo una banca: panorama solitario, lleno de nostalgia, nostalgia complementada por mí.

kokegur

recordándote, amándote.
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kokegur

hoy por décima cuarta vez estoy aquí, entre hojas y lapiceros. . .
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kokegur

ayer y hoy por décima cuarta vez te vuelvo a escribir, suelto de palabras: cansado quizá ya de tanto recordar, siendo esté el único medio de soñarte y de hacerte presente como un cálido, sonoro retrato angelical.
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kokegur

xiii: dueles.

kokegur

(el escrito junto a su escenario, me hizo recordar a la llamarada de espantos que nos causó ésa vez, ésa vez donde pensé que tu corazón abandonaría el mío).
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kokegur

nos besamos los párpados, lagrimeando al perdón, trajiste el aloe para apaciguar el ardor. y nos quisimos de nuevo, nadie nos detuvo al quemarnos sin miedo: al amarnos.
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kokegur

fue un llanto colectivo, lloró toda la cuadra, nuestros hijos imaginarios, la fantasía ideal, tu madre, mi padre.
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kanesat

mañana, ¿no? me pone contenta verles felices, son lindísimos juntos. 

kanesat

quiero hablar de pavadas con vos, vení rápido o te recojo en mi automóvil.
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kanesat

yo duermo 24/7, no deberías preocuparte por mí. si otro día no aparezco es que sigo dormida.
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