Poema a una flama
La flama es fuerte. Grande y alocada.
Pareciera que quiere abandonar la cera que la mantiene aferrada y explorar cada rincon de mi habitacion, hasta la ventana.
Se mantiene inquieta y brillante como si fuera una fogata.
Aunque el cristal la resguarde, temo que tambien pueda abandonarme.
Que se extinga su luz y que deje de darme certeza.
De darle tranquilidad a mis ojos, mostrando que no ocurre nada en las sombras.
Que distraiga mi mente de la oscuridad, con su aburrido, monotono pero a la vez entretenido y gracioso baile.
Es mi unica compañia en esta oscura noche.
Querida flama, alumbra mi interior por favor.
Y como derrites la cera, derrite mi dolor.
Dale calor a mi corazón como el vidrio que te resguarda.
Cuando desaparescas con tu humo llevate mi dolor contigo. Por favor.
