no te das una idea de lo mucho que te adoro te lo juro, agradezco al cielo y a lo que sea que habite en él por haberme permitido conocerte porque de verdad no sé que habría sido de mí sin ti, aunque las gracias debo dártelas a ti porque fuiste tú quien decidió quedarse a conocerme, a volverse mi consuelo incondicional a pesar del tiempo, y a pesar de mi yo inestable en ese entonces. eres el ojo del huracán, ese pequeñito lugar donde tengo el alivio de saber que nunca dejará entrar al miedo. puedo no estar segura de muchas cosas, pero sí sé que estarás en mi mente y corazón cada día que viva. quédate con la certeza de que me construiste, de que gracias a ti soy.