Robin-la chica maravilla

capítulo 25

Mansión Wayne 1 año después

Rachel Wayne se encontraba sentada en el borde de la fuente que se encontraba en el jardín de la enorme mansión. Tenía la mirada perdida mirando en dirección del cielo. Tan metida en sus pensamientos que acariciaba a su perro a lado de ella por puro reflejo. Tenía bendajes, parches y moretones que cubrían casi todo su cuerpo resultado de una desastrosa misión con el equipo. Todos habían salido heridos de gravedad. Ella se había distorcionado un tobillo, había perdido mucha sangre durante la lucha y se había dislocado un hombro, lo que fue lo más rapido de arreglar a pesar de sentir todavía un poco de dolor causado de la inflamación por esforzar el hombro nostante el infortunio. Habian pasado unas semanas de ese desastre asi que ya lograba caminar aunque todavía cojeaba un poco pero la herida mayor la tenía en su orgullo

-Rachel me oíste?- preguntó Jason apoyando su mano en el hombro de la chica pero sin querer tocó una de sus heridas haciendola estremecer

-lo siento- se disculpó el mayor

-no te preocupes- dijo un poco desanimada

-como están tus heridas?-

-he tenidos peores-

-no es cierto. Nunca te vi tan malherida...y desanimada...puedo preguntarte algo?-

-dime-

-que quieres decirle a la liga?- la chica se quedó callada por un momento

-podemos hablar de eso cuando esté de regreso? Me temo que si hablo de esto con alguien cambiaré de opinión y eso no lo puedo permitir-

-parece ser algo realmente importante-

-lo es-

-de todos modos venía a avisarte que papà dice que ya es hora de ir-

-gracias- la joven bajó a la bati-cueva.

Mientras que ella se cambiaba su padre la esperaba para ir. Rachel había insistido tanto para obtener que su padre la llevara a la atalaya el dia de la junta con toda la liga pero nunca le dijo porque. Batman tenía sus sospechas pero no sabía a ciencia cierta lo que su hija les quería decir

-estás lista?- preguntó cuando vio a su hija caminar hacia él mientras se ajustaba la capa sobre los hombros

-si- respondió convencida y segura de si misma.

Gracias a los tubos zeta llegaron a la base espacial de la liga en pocos segundos

-antes de que puedas pasar la liga tiene algunos asuntos privados que atender así que tendras que esperar un poco- le avisó Batman

-no hay problema, lo entiendo-

-te llemaremos cuanto antes- Robin asintió.

El hombre se alejó hasta llegar a la sala de reuniones adonde ya estaban los demás. La chica quedó sumida en un profundo silenció y pensó que ese silencio solo se podría escuchar si te encuentras literalmente en el espacio. Caminó hacía las paredes de vidrio de la estructura y como si estuviera hipnotizada por lo que veía, apoyó una mano en el vidrio como si quisiera tocar el planeta azul bajo ella

-realmente estaba ahi tan solo unos momentos atras?- se preguntó y, un pensamiento lleva a otro, se encontró meditando lo que le diría a la liga cuando la hicieran pasar.

Comenzaba a pensar que fue un error y que tal vez no debia dejar de intentar arreglar las cosas pero de repente se recordó algo, algo que realmente no tenía ninguna importancia, era un recuerdo como muchos y de los más comunes entre los niños.

Rachel se había trepado en los muebles de la cocina para alcanzar las galletas que Alfred le había prohibido comerse ya que eran para su hermano pero como todo niño de 5 años no escuchó. Estaba de puntas tratando de hacerse más alta para alcanzarlas pero solo consiguió resbalarse y caerse arrastrando consigo varios platos haciendo un gran ruido llamando la atención de Alfed quien llegó en un segundo encontrando a la niña en el piso llorando

-que pasó?- y aúnque lo preguntó no necesito una respuesta así que fue directo a la niña tomandola en los brazos para calmarla

-se hizo daño señorita Rachel?- la niña se frotaba los ojos con los puños pero negó con la cabeza

-lo siento Alfred. No quise romper los platos- rogó el perdón de su abuelo

-lo que importa es que usted no se hizo daño-

-puedo ayudarte a arreglar los platos- dijo todavía con los ojos llenos de lagrimas

-ya no llore...de todos modos los platos no se arreglan-

~tal vez la confianza en las demás personas sea como un plato...cuando se rompe...no se puede arreglar~ pensó

~o tal vez no lo intenté lo suficiente...NO! No puedo seguir fingiendo que nada anda mal. Las cosas ya no son como antes y nunca lo seran y si tu no cortas ya, quien lo hará? Así que deja de ser cobarde y se la hija de Batman. Se la asesina a sangre fria para la que fuiste entrenada. No seas cobarde y hazlo o la próxima vez moriras por culpa de esta cobardía~ se reprochó internamente.

Inconscientemente se llevó la mano a su hombro derecho masajeandolo para aliviar el dolor mientras recordaba la misión en la que se ganó sus heridas

Durante la lucha con los matones de Bane el equipo estaba siendo vencidos. Todos los miembros de Young Justice trataban de protegerse los unos a los otros pero Rachel era la que se sentía más vulnerable y fue eso lo que decretó que saliera tan herida de esa situación. Solo ahora se había dado cuenta que el unico que trataba de protegerla era Wally. Siguió luchando a pesar del sentimiento terrible pero incomprensible que sentía, lo ignoró y enterró ese sentimiento lo más lejo que pudiera. Mientras luchaba se dió cuenta que uno de los matones se estaba acercando a Artemis con la intención de herirla. No lo pensó dos veces y empujó a Artemis lejos torciendose el tobillo y haciendo que el matón le clavara un cuchillo en el hombro. Se quedó en el piso inmovilizada por el dolor mientras su vista se ponía borrosa.

Sus recuerdos fueron interrumpidos por una mano que estrechaba la suya llamando su atención

-...Robin?- la voz de la princesa amazona finalmente llegó a sus orejas

-perdon estaba distraida. Que dijiste?-

-puedes entrar-