fluffy feathers

capítulo 1

Podría parecer que el mundo es bastante normal, para una persona del común la única preocupación seria trabajar, comer y disfrutar de la vida. Nunca sabría lo que el mundo es en realidad.
Escondidos, en grupos distribuidos por todo el mundo, los shifters se ocultan temerosos de lo que la terrible raza humana llegaría a hacerles si los descubrieran algún día.
Unos viven en  a los alrededores de las ciudades como campesinos o dueños de haciendas productoras, los más salvajes; otros, decidieron mezclarse con los humanos debido a la capacidad de su animal interno para domesticarse.
Generalmente, los alfas nacieron para liderar, guiar y proteger a los grupos de acuerdo a su naturaleza animal, leones alfa serían más abundantes que lobos alfa; los betas son la fuerza del grupo, los encargados de trabajar junto a su líder para mantener al grupo en pie Y a salvo; los omegas, serían los encargados de la comunicación, nacidos para ser en lo que el mundo humano llaman jueces o abogados, los responsables de imponer justicia frente a los problemas, tan escasos por la pureza de pensamiento que poseen, no sería una rareza encontrar omegas en grupos diferente a su tipo animal.

Todo sería normal si las especies de  ciudad no se hubieran emparejado con humanos, creando así a los medias raza, incapaces de transformarse en su animal interno o con fallas genéticas que los hacen extraños tanto para humanos como shifters, muchas familias decidieron esconder o asesinar a sus hijos defectuosos.

ChanYeol entra en la primera opción.

Su padre, un orgulloso alfa gallo fino esperaba que no fuera tan malo el tener un hijo con una humana pero ¿Qué obtuvo? Una esposa que murió justo después del parto y un hijo que no puede salir a la calle como un chico normal pues cada vez que estornuda, cientos de plumitas caen a su alrededor y dentro de su ropa. Es la mutación genética que ChanYeol obtuvo, aunque para un padre que se quedó solo y con un hijo pequeño en brazos, fue una bendición que el pudiera cambiar a su forma animal; comprar maíz para las tres comidas del día le permitió recuperarse de la casi bancarrota en la que había caído luego del nacimiento de su retoño.
No lo malinterpreten, el señor Park ama muchísimo a su hijo, tanto, que ha tratado de darle siempre lo mejor y cuidarlo lo más que ha podido; su pequeño es un niño bastante sano, tiene 18 años y es tan alto como un poste, pero cuando se convierte en su animal, es un pequeño y adorable pollito bebé a quien debe tener cuidado de no pisar pues además de las plumas, ChanYeol nunca creció, crece o crecerá hasta ser un gallo… o eso le dijo su abuela.

Y puede que su padre sea realmente cuidadoso y amoroso pero también es muy sobreprotector y ChanYeol se siente solo un poquito (muy) asfixiado. Está cansado de estar encerrado todos los días recibiendo educación online, no tiene amigos (por lo menos fuera de internet), no sabe el camino hacia la tienda, solo conoce su patio trasero y el supermercado pet friendly al que su papa lo lleva siempre y cuando permanezca en forma de pollito, después de todo, es más fácil justificar las pequeñas plumas si vienen de un pollito alérgico ¿verdad?

El punto es, que ChanYeol está cansado… quiere libertad.

Quiere viajar a todos los países que ha visto por internet, quiere salir a comprar la ropa que le gusta, quiere sentarse en un restaurante y pedir una malteada, quiere sacar a pasear a cookies, su hurón, e ir a una de esas convenciones de videojuegos que hacen en la ciudad cada invierno ¡quiere conocer a sus amigos de LOL! ¿Es tan difícil?

Es bastante difícil, diría su padre ¿Cómo justificar que cada vez que estornuda salen plumitas de su cuerpo? Y es que ni siquiera son plumas normales ¡son plumas de pollito bebe!
¡Que decepción, genética!

Esas desgraciadas plumas solo sirven para rellenar almohadas y de solo pensarlo automáticamente se pone de mal humor.

-ChanYeol, la cena esta lista, no olvides tomar tus pastillas para la alergia- su padre le habla y el solo asiente, concentrado en la partida que está próximo a ganar.