III

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Todos se encontraban cenando, eran alrededor de las once y media de la noche, faltaba nada para la media noche y eso era lo emocionante.

Felizmente los niños se habían logrado despertar, así que se encontraban comiendo, aunque también medio se dormían pero ahí la llevaban todos.

Comían y charlaban amenamente, más que todo pensando en el futuro y sobre lo que tenían pensado hacer, tanto como crecer aún más financieramente o crecer más en tema de familia, o sea si seguir reproduciéndose o no.

Ese último lo hablaban con sutileza, ya que JungKook estaba ahí presente y escuchaba.

— JungKook va a dar su primer beso cuando se case. Así dice. — comentó de manera burlona TaeHyung, mientras le sacaba la lengua al menor, quien también se la sacó de regreso.

SeokJin tomó un poco de vino y negó — Mi bebé dará su primer beso cuando quiera y cuando él quiera.

Hoseok sonrió y se dispuso a hablar — Cierto, yo le vi besándose con el señor que anda por las calles chuleando a las personas. — dijo de manera risueña, mientras movía sus cejas, por lo que el menor frunció su ceño y negó.

— ¡Agh! ¡no! claro que no. Que asco. — volvió a negar, mientras pasaba una servilleta por sus labios algo manchados por el jugo de la comida.

Los demás rieron, a diferencia de los padres de este.

— Por supuesto que no idiota. Mi niño ni siquiera a besado. — aseguró NamJoon, pero entonces JungKook miró hacia otro lado, mientras movía una de sus piernas, y a su vez SeokJin sonrió cómplice y procedió a tomar un poco de jugo de uva.

El moreno puso un gesto de extrañez y seguido miró a sus Omegas — ¿Verdad? — preguntó, por lo que JungKook se contuvo de no decir nada, en cambio SeokJin se encogió en hombros.

— Querido, mejor sigue comiendo que se te enfriará. — dijo el Omega mientras señalaba la comida.

NamJoon entrecerró sus ojos y la risa de los demás no se hizo de esperar.

— Bueno, así como me dijiste a mi, no te quejes eh Nam. Porque tú no eres el indicado para hablar de las primera veces. — comentó YoonGi, mientras ingresaba un pedazo de carne de cerdo en su boca.

El mencionado alzó sus cejas y colocó una de sus manos sobre su pecho, claramente mostrándose ofendido — ¿Qué insinúas Min YoonGi?

Este solo se encogió en hombros — ¿Yo? lo que oíste.

El moreno se cruzó de brazos — Pero yo nunca me puso a hablar de las primeras veces. — musitó, enarcando una ceja.

YoonGi pasó lo que tenía en su boca, y seguido miró a su amigo — Sí lo hiciste. — aseguró.

— Claro que no, yo solo hablé de que mi pequeño no a besado nunca. No he tocado el tema del sexo.

JungKook alzó sus cejas y solo fijó su vista sobre su comida.

YoonGi negó — Yo nunca hablé de eso. Pero ya lo mencionaste. ¿Solo tienes eso en la cabeza eh?

El contrario bufó y negó — Claro que no. — miró a su hijo y acarició los cabellos de este — te apuesto lo que quieras que mi pequeño no sabe ni qué es eso.

Entonces el menor de todos casi casi se atragantaba con lo que tenía en la boca, por lo que su padre le dio leves palmaditas sobre su espalda.

— ¿Enserio crees que los niños de ahora no saben de eso? Te apuesto que se sabe la técnica, solo que le falta la práctica. — dijo Hoseok, mientras miraba al contrario.

NamJoon frunció su ceño teniendo el rostro rojo y no por un sonrojo, se había molestado — ¿Qué quieres decir Jung Hoseok?

Oh-oh, el ambiente se estaba tensando.

— Solo digo la verdad. JungKook ya se debe saber todo lo del sutra, nada más que no lo va a estar diciendo.

Pero entonces el moreno apretó sus puños y antes de que pudiera decir algo, SeokJin le tomó por su brazo — Cariño, cariño, cálmate. — murmuró el Omega.

— ¡Pero mira como habla de nuestro hijo! — exclamó, quería ir y darle un puñetazo a ese Alfa.

Su Omega rodó los ojos y negó — Vamos Nam, no te alteres. No a dicho anda malo. — trató de explicar — cálmate ¿sí? tú bien sabes que los niños de ahora sí saben de esas cosas. Obviamente nuestro hijo sabe, pero no lo va a estar hablando.

NamJoon miró al menor, el cual mordía sus labios y jugaba con uno de sus cubiertos, moviendo la comida en el plato.

— Jovencito, llegando a casa vamos a hablar los tres muy seriamente. — dictaminó.

El menor miró a su padre y negó — Pero papá-

— Pero nada, ¿cómo es eso, eh? No, no. Ya sabes Kim JungKook, me vas a decir de dónde has aprendido esas cosas. Y más te vale no mentir que te conozco jovencito.

El menor bufó y se cruzó de brazos.

— Ay NamJoon, deja al niño tranquilo. — excusó YoonGi.

— Tú lo has dicho, "niño", además ya va siendo hora de tener una buena charla de educación sexual.

Sin duda el pobre adolescente quería lanzarse por cualquier ventana. Ya sabía lo que le esperaba, y las hablas serias con su padre Alfa no era algo tan ameno que digamos.

— No le hagas caso JungKookie. Ya sabes cómo es, en un rato se le pasa. Aunque eso sí, estará llorando al darse cuenta que ya no eres un bebé. — susurró YoonGi hacia el menor, el cual no pudo contener una pequeña risa, ya que eso era cierto, su padre al final terminaba de llorón en vez de regañarle o castigarle.

Pero entonces y de pronto, un aroma había comenzado a presentarse en esos momentos.

Los presentes habían comenzado a olisquear el ambiente, hasta que todos dieron sobre la pequeña que JiMin tenía en sus brazos.

Oh vaya sorpresa.

— Ay, se hizo popó. — comentó TaeHyung, y los demás comenzaron a abuchearlo.

— Eso no se dice en la mesa TaeHyung. Estamos comiendo.— regañó Hoseok, por lo que el mencionado rodó los ojos.

— Huy sí, no me gigas que tú o tus hijos nunca van al baño, eh.

Hoseok rodó sus ojos de vuelta — Sí, pero no lo digo en la mesa, donde están todos comiendo.

— Tsk, patrañas. — negó el de sonrisa cuadrada, para seguido mirar a su pareja y a su pequeña hija — ¿la cambias tú o la cambio yo, cariño? — preguntó.

JiMin negó levemente — Yo le iré a cambiar, de todas formas ya le voy a poner su otra ropita para que esté más cómoda, se va a terminar durmiendo en cualquier momento. — dijo el Alfa menor de los dos — alistaste todo lo que te pedí ¿verdad?

Entonces TaeHyung mordió su labio inferior, ni siquiera recordaba lo que había guardado — Eh... Sí cariño.

JiMin sonrió y asintió, para seguido ponerse de pie — Ahora regreso. — avisó y así se dispuso a retirarse para irse a alguna habitación para poder cambiarle el pañal a su pequeña hija.

TaeHyung miró a los contrario, y seguido ladeó su cabeza — ¿Qué?

El rato se fue pasando, no mucho la verdad ya que diez minutos después JiMin ya estaba de vuelta, con su pequeña en pijama.

Poco después pudieron ver que faltaba poco o nada para que fueran ya las doce de la media noche, así que era momento de juntarse a contar.

— ¡Bien! es hora de la cuenta regresiva. — avisaron, así que cada uno tomó a sus respectivos hijos, para así pudieran estar todos juntos en esos momentos.

Encendieron el televisor, justo en las noticias y ahí salían como los reporteros estaban en vivo en la gran ciudad, en la capital de Corea del Sur, grabando como habían personas, sobre todo jóvenes que transitaban en grupo.

A todos se les veía bien alegres y animados.

— ¡Veinte! — exclamó TaeHyung. Sí, la cuenta regresiva era desde ese número.

A través de la pantalla se podía ver como ya las personas se detenían a sentarse juntas, también habían restaurantes con más gente ahí.

— ¡Quince! — ahora fue JungKook.

Las navidades en familia sin duda eran las mejores, todos podían compartir y disfrutar juntos.

— ¡Hay que salir ya! — avisó Hoseok, así que todos se apuraron a abandonar el interior de la mansión, situándose en el gran jardín, el cielo se veía oscuro y hermoso. Demasiado a decir verdad.

Jung sonrió mientras miraba hacia arriba.

— ¡Diez! — dijo SeokJin.

Pasó su vista hacia su Omega, el cual tenía al menor de sus hijos en brazos, se veía tan hermoso, tan encantador, tan sublime.

— ¡Ocho! — Fue JiMin.

Entonces Jung le entregó su hijo mayor a NamJoon, quien lo tomó en brazos.

— ¡Cinco! — dijo el pequeño SeoJoon.

Oh, todo el mundo estaba ansioso, todos esperaban con tantas ansias la navidad, los regalos, los reencuentros con familia y amigos.

— ¡Tres! — exclamaron los hermanos Jung.

Era el momento perfecto, para hacer algo perfecto.

Ese era el momento indicado, ese era el momento que el Alfa tanto había estado esperando, pero también estaba seguro que su Omega de igual forma, indirectamente lo esperaba.

— Uno. — murmuró Hoseok, y entonces se puso frente a su amado y se arrodilló, colocando la derecha sobre el césped y la otra pierna se apoyaba con la planta de su pie sobre el suelo.

TaeHyung tomó al pequeño Leehyung para que de esa manera el Omega tuviera sus manos libres.

YoonGi un tanto extrañado miró a los lados, pero entonces cuando bajó su vista casi le daba algo al ver a su Alfa ahí, incado frente a él, mostrándole una hermosa cajita, la cual contenía un bello anillo de oro blanco.

No, no podía ser cierto, no podía estar pasando. YoonGi no se lo creía.

El Omega cubrió su boca con sus manos, más que sorprendido.

Los fuegos artificiales habían comenzado a salir disparados, explotando en el cielo y pintándolo de colores.

— Hoy, mañana y siempre. Te amo Min YoonGi, te amo como no te imaginas. Te amo por quien eres, te amo por cómo me haces sentir, te amo por todo lo que conforma un tú. — decía Hoseok, con su vista sobre su precioso Omega — te amo, así renegón, enojón, amoroso, mimoso. Todo tú me encanta, me fascina.

Los ojitos del Omega brillaban, los del Alfa también. Ambos estaban emocionados, ansiosos.

Los demás espetaban encantados, SeokJin grababa con su celular, mientras los demás sonreían y los niños tenían sus boquitas abiertas por la impresión de lo que estaba sucediendo.

— Te amo por el simple echo de ser tú, y estoy seguro que tú me amas tanto como yo a ti. Así que, mi amor, yo... Te quería hacer una pregunta.

Y ahí iba, la gran pregunta, la gran cuestión que en segundos debía ser respondida.

El corazón de YoonGi latía a mil por hora, sentía que hasta ya se le saldría por la boca.

— Mi amor... — Jung tomó aire y sin quitar su vista de los ojos oscuros del contrario, habló — ¿aceptas casarte con este Alfa locamente enamorado de ti?

No faltó nada para que Min YoonGi terminara abrazado al cuerpo de su amado Alfa, mientras soltaba pequeños sollozos y asentía.

— S-Sí A-Alfa, s-sí quiero... — aseguró.

Hoseok se sentía en completo goce; las voces y las barras por parte de los demás no se hicieron esperar, entonces, Jung tomó el bello anillo y con su otra mano tomó la contraria del lindo Omega.

— Así como tú siempre estás para mi, yo lo estaré para ti, mi bello Omega. — susurró el mayor, mientras ingresaba y encajaba el anillo en el delgado dedo de su amado — contigo, puedo asegurar que en definitiva, soy el hombre más feliz del universo entero. Siempre le agradezco a la Diosa Luna, por haberme bendecido con tenerte como mi destinado, cariño.

— A-Alfa...

Y entonces, ambos se fundieron en un beso profundo, lleno de amor, de cariño, de todo lo bueno del mundo que había y habría más adelante.

Todo lo bueno estaba con ellos dos. Sus corazones bombeaban con esmero y a su vez se fusionaban para así volverse solo uno solo.

Según, no habían dos almas más afines que ellos dos. Eran dos Almas destinadas a estar juntas, a ser solo una con el tiempo.

Porque Jung Hoseok amaba Min YoonGi.

Porque Min YoonGi amaba a Jung Hoseok.

Porque Min YoonGi amaba a Jung Hoseok

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Sorpresa de navidad. (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora