fiesta

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-yo también-. se hundieron en un abrazo lleno de emociones y sentimientos encontrados, estaban bien por estar junto al otro, pero con la incertidumbre de no saber cuándo ni cómo pasará eso.

no saben cuanto tiempo estuvieron así.

luego de un rato más bajaron al primer piso de la casa, la madre de kenma volvería mañana por la mañana. estaban solos, fueron al refrigerador en busca de comida.

buscaron una película del agrado de ambos y la miraron mientras tomaban helado.

kenma intentaba concentrarse en algo para no seguir pensando en la llamada.

pero le era imposible.

kuroo notó aquello y pausó la película.

-pasa algo, gatito?-.

dejó de mirar el helado derretido que tenía en sus manos y levantó la vista.

-nos vamos a morir, no lo entiendes? y ni siquiera sé si podré despedirme de mi mamá-. cada vez que una palabra salía de su boca su voz se iba quebrando más.

-escríbele algo si quieres, solo por si no puedes-. se acercó, abrazándolo y apoyando su mentón en la cabeza de su amigo

subió a buscar una hoja y un lápiz, con tristeza en cada una de las palabras que escribía, terminó la carta.

el celular de tetsurou sonó en la habitación del segundo nivel, subió y atendió.

era lev invitándolos a una fiesta que habría en su casa, respondió que ambos irían y que llegarían en una hora.

el más pequeño aún doblaba el papel con la mirada perdida.

-kenma, lev nos invitó a su casa, vamos-

-no, no quiero que sepan, y si nos pasa algo camino hacia allá?-

-voy a ser tu caballero, llegarás sano y salvo. no te va a pasar nada, lo prometo-.

ambos extendieron sus meñiques, haciendo una promesa que no romperían en esta vida ni en otras.

tomaron un taxi y durante todo el camino kozume no soltó la mano de su acompañante.

muerte | kurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora