un mal final

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kenma se levantó en la madrugada a buscar un polerón para abrigarse.

tenía espasmos por el frío, el primero que encontró fue el de nekoma.

volvió a la cama sin poder volver a dormir por el dolor de cabeza.

cada vez era peor.

—kenma, pasa algo?—.

se dió media vuelta para poder quedar frente a frente.

—uh... m-me duele la cabeza—.

kuroo bajó en busca de una aspirina y agua, él pensó que se debía a lo mucho que tomó en la fiesta.

estaba preocupado, el rubio nunca tomaba.

se debía a la llamada, ojalá pudiera hacer algo para evitar su muerte.

aunque tenga que sacrificarse lo haría por su gatito.

cuando abrió la puerta lo que vió lo dejó helado..

con las manos tiritando y el rostro más blanco que el papel, llamó a una ambulancia.

la angustia en su pecho solo crecía más y más, ver a kozume convulsionar había echo que se le fueran todos los colores de la cara.

le informaron que estarían ahí lo más pronto posible.

volvió con su amigo.

aquella palabra le dolía. nunca pudieron ser algo más solo por el miedo.

ya era muy tarde.

el más pequeño estaba muriendo.

y él moriría también.

quizás en otra vida,

en algún universo paralelo.

podrían haber sido algo más que solo eso.

lo tomó en brazos, acercándolo a su pecho mientras su rostro se llenaba de lágrimas.

—gatito... por favor no me dejes—.

la última llama de vida se esfumó en la triste mirada que le dedicó.

el azabache buscó su pulso, pero no había.

había muerto en sus brazos.

se escuchó la puerta principal abrirse.

era la madre de kenma, escuchaba sus pasos subiendo por las escaleras hasta que abrió la puerta del cuarto.

se largó a llorar al ver la escena.

la ambulancia llegó cinco minutos después.

dijeron que fue un derrame cerebral.

no pudo protegerlo de aquello y su promesa se rompió.

se declararon a destiempo, y aquello que nunca tuvo principio llegó a su final.

kuroo corrió fuera de la casa, sin rumbo.

la lluvia comenzó a caer, su cabello goteaba y su ropa también.

se detuvo a descansar, apoyó las manos en sus rodillas intentando regular su respiración.

no había nadie transitando por aquellas calles.

gritó desgarradoramente, sintiendo como su garganta raspaba.

de rabia, de impotencia, de tristeza y por kenma.

sus lágrimas no se distinguían entre la lluvia.

iba camino hacia el parque donde jugaban volley cuando eran pequeños.

no alcanzó a llegar.


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⏰ Última actualización: Apr 11, 2021 ⏰

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muerte | kurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora