Spider-Boy. El hijo de Black Cat

Prólogo

—Lo siento, Spider. No puedo permitir que te involucres más… ¡No quiero que te involucres más! —decía la ladrona mientras veía desde el suelo la explosión de su pent-house mientras tiraba sus lentes y los aplastaba bajo sus pies eliminando el último rastro de conexión con el androide que había utilizado para su escape.

Tras eso Felicia partió a uno de los barrios bajos de New York. Ella iba vestida con una gorra negra que cubría su cabello negro atado en una cola baja, una polera con capucha de color verde militar sobre una blusa de tirantes blanca, demás de que usaba unos jeans semiholgados de un tono celeste.

Felicia se aseguró de que nadie la siguiera. Al llegar a una casa algo anticuada se encontró con un hombre que la estaba esperando junto a un pequeño de cabello blanco y de no más de tres años el cual estaba jugando con un peluche de Spider-Man.

—¿Se lo creyó…? —preguntó el hombre de pelo negro y notoria musculatura; sin embargo eso no era lo más notorio de él, sino que lo más notorio era su camisa negra con una calavera blanca en ella.

Ese hombre era Frank Castle, mejor conocido como The Punisher por todos los criminales que eran perseguidos él.

—Eso espero. —dijo Felicia mientras se acercaba al niño, quien reaccionó ante su llegada y se volteó con una enorme sonrisa en su rostro.

—¡Mami! —gritó el niño con suma alegría mientras se abalanzaba sobre la mujer.

—Hola cariño. ¿Te portaste bien? —dijo la mujer con una sonrisa mientras acariciaba el rostro de su niño.

—Sí, mami. El señor Frank es muy bueno. —dijo el niño con honestidad.

—Vaya, no lo sabía. —dijo volteando a ver hacia el hombre pelinegro que estaba sentado sobre una caja de madera.

—¿Las traes contigo? —preguntó el hombre evitando ver a la gata mientras sacaba una laptop de la mochila que tenía a su lado.

La ladrona se paró y de su polera sacó una caja plateada. Se la arrojó al hombre. —Con esto se terminan nuestros negocios. Procura no mencionarle esto a Spider. No se lo tomaría bien… Además que no quiero que él se enteré. —dijo ella acariciando el cabello de su niño.

—No te preocupes. Yo no le diré nada. —respondió el hombre mientras introducía las USB en las ranuras una por una.
Tras eso Black Cat tomó a su hijo y sus cosas y salió de la casa por la entrada trasera dejando sólo al Punisher, quien seguía ocupado con sus investigaciones en las tarjetas de lo Maghia.
Hola, chicos.

¿Qué tal les va? ¿Todo bien? ¿Todo correcto?

Bueno, a lo que venía a decirles. Esta historia está basada en el juego de Spider-Man para Play Station, como se pudieron haber dado cuenta por la temática de Black Cat y su hijo con Spider-Man.

Antes debo aclarar que esta historia tomará cosas de las historias contadas en los videojuegos y además tendrá cosas propias.
Cómo es obvio, incluiré personajes de los comics y personajes originales.

Y, además, esta es mi primera historia y espero no me critiquen muy fuerte ni muy suave.