VII

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Tras terminar de desayunar, y ya habiéndose vestido con la ropa que más le gustó y que mejor le quedó, Walter y su padre salieron de la casa de este último y fueron al lugar donde él trabajaba en metro.

Verdaderamente le sorprendió el hecho de que no tuviera su carro en su casa y lo hubiera dejado en su trabajo, aunque en verdad entendía que pudiendo transportarse gratis y rápidamente con su telaraña, no era raro que casi no usara un vehículo.

Al salir de la estación se encontró de lleno con la ciudad de Nueva York y toda su urbanización. Ciertamente eso le hizo recordar el centro de su ciudad.

Avanzaba siguiendo a su padre con sumo cuidado prestando atención. Con la platica que sostuvieron durante el desayuno descubrió que su padre y su equipo no eran un grupo de científicos de poca monta, ellos eran los líderes de investigación y los directivos de la empresa que su padre había creado: Park Lab's. Y su lugar de trabajo residía en las afueras de Central Park, algo curioso.

Ahora que lo pensaba, debía de contarle a Carly sobre donde se encontraba y quien era su padre, pues ella le había dicho que aspiraba a trabajar allí tras mudarse a la ciudad para poder estudiar la universidad allí, aunque faltaban años para ello.

Al llegar al llegar al lugar se encontraron con una recepción muy sencilla en la que no había más que un par de guardias. Uno de los guardias estaba en sentado tras un escritorio, otro estaba en el elevador y otro tras la puerta.

—Dr. Parker, buenos días. —saludó el primero de los guardias al verlo entrar para ser imitado por los otros dos conforme ellos iban avanzando.

Al llegar al elevador el guardia abrió la puerta y dejó pasar al científico, pero a Walter lo detuvo antes de que subiera.

—Sólo personal autorizado, niño. —dijo el guardia poniendo su mano en su pecho.

Peter se percató de ello y procedió a intervenir. —Sam, espera. Él viene conmigo. —dijo llamando la atención del guardia de piel morena, el cual se limitó a asentir y retirar su mano del muchacho.

—En serio que eres el jefe del lugar. —dijo Walter con una pequeña sonrisa tras subir al elevador y haberse cerrado la puerta.

—Gracias. Costó mucho trabajo el lograr que este lugar funcionara. Varias personas intentaron hundirlo y evitar que progresáramos. —dijo Pete con orgullo.

—Aún así, aquí estás. Triunfante y creciente. —dijo el chico con cierto orgullo. Peter sonrió con cierta alegría ante esa frase.

Al salir del elevador los dos se dirigieron a donde estaban las batas. Peter se colocó una y le dijo a Walter que se pusiera una también.

Tras eso los dos entraron a donde estaba un joven adulto de tes morena y otro de rasgos asiáticos, aparentemente, de la misma edad.

—¡Peter! —dijo el moreno inmediatamente tras notar la presencia del castaño en la sala. —¿Qué pasó anoche? —tras eso el hombre giró su mirada hacia el adolescente que venía acompañando a su socio. —¿Acaso es él? —preguntó. Walter no entendía a que se refería ese hombre pero aún así estaba prestando atención a esa conversación.

—Bueno... En resumidas palabras: Él es Walter B. Hardy, es mi hijo y desde ahora, si él así lo quiere, será el nuevo Spider-Boy. —dijo su padre para total sorpresa de todos en la sala, tanto Walt como los dos científicos.

—Dr. Parker... —habló el científico de rasgos asiáticos tras separarse de la computadora en la que había estado trabajando diligentemente, incluso tras la llegada de ambos. — ¿...Su hijo? —preguntó confundido mientras avanzaba hacia donde ellos estaban.

Spider-Boy. El hijo de Black CatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora