M! NOV!A MAF!OSA (Jenlisa)

5 - Taxi

Jennie POV:

¿Es ella? No puede ser, hace nada le llamé. Esto es imposible.

- ¿Jennie? ¿Qué mierda? - Le tapé la boca a Rosé con mi mano - Tu sólo siéntate - Susurré.

Cuando ya nos sentamos, Nayeon arrancó con total bestialidad.

- ¡Mierda! - Rosé cállate ahora. Tengo un debate mental, no sé si llamar a la policía o quedarme aquí, nadie sabe si nos va a secuestrar.

- ¿Que vamos a hacer? - Me susurraba Rosé. - Tenemos que salir de aquí ya - Joder, para de susurrar que al final nos escucha.

- Shhhh... Cállate. - Aunque Nayeon tuviera la ventanilla cerrada para que no nos escuchará, no me quería arriesgar a hablar muy alto.

- Vale, vamos a ver, lo primero estate tranquila. - Asintió - Lo segundo, que yo sepa esta chica es como la "socia" de Lisa, o algo. - Frunció el ceño.

- ¿Cómo coño sabes eso? - Mierda.

- Bueno, para ir a buscarte tuve que hacer un par de cosas. Una de ellas era pues, em... Averiguar de dónde venía la llamada, que... Recibiste en tu casa, con Tae. - Giró los ojos y miró para la ventanilla del coche.

- Siempre igual... Aunque ya sabes quién me llamo, y por qué. No hace falta dar más explicaciones. - Asentí, pero seguí contándole.

- Tenemos que esperar a que pare en algún semáforo para romper la ventanilla. - Levantó una ceja.

- ¿Cómo? No tenemos con que romperlas. - Miré un poco por el coche, no encontré mucho. Pero me acordé del bolso.

- Busca en mi bolso, rápido. - Asintió. Y empezó a buscar rápidamente.

- Jen, no encuentro nada. ¿Que tenías aquí? - ¿Cómo? Sí, tenía que estar ahí.

- Espera, la tengo aquí. - Se quedó pensativa, por un momento. Hasta que se lo enseñe.

- ¿Una piedra? ¿De dónde la has cogido? -

- Te acuerdas cuando estábamos esperando debajo del tejado. - Asintió - Pues agarre esta piedra por si acaso no venía, y pues ya tenía con que entretenerme. Ya que mi móvil no tiene casi batería. Y supongo que el tuyo te lo quedaste en casa. - Se sorprendió.

- Sí, pero ¿Cómo lo sabes? -

- Llamé a tu móvil, me lo cogió Tae,  justo 10 minutos después de escribirte, y pues suponía que en ese momento saliste de casa, sin el móvil. - Se quedó sorprendida, es normal con mis dotes de detective.

- Vale, ahora. Rompe el puto cristal. -

- Espera, ahora no. Cuando pare en un semáforo. -

- Jennie, ya estamos parados. - ¡Mierda! Con tanto hablar de me ha olvidado.

- A ver, hay que golpear un lateral, para que se quiebre - Lo estaba haciendo, había que salir de aquí. - Hay que aplicar fuerza sobre un área pequeña. El truco no está en la potencia, sino en la superficie ya que así se aplica mayor presión sobre un punto concreto y hará que se resquebraje fácilmente. - Ni yo sabía porque entendía lo de romper ventanas de coches. - Vale, hay una puta grieta. Rosé, dame la tarjeta de crédito de mi bolso. - Rápidamente la buscó, y me la dió.

- ¿Que vas a hacer? -

- Voy a intentar... Uf, mierda... - Apenas podía hablar porque me estaba haciendo daño en los dedos - Voy a abrir la grieta con la tarjeta, para así hacer el menos ruido posible. - Se sorprendió, y asintió.

- Pero, es una puta tarjeta. No creo... -

- Está hecha de un plástico especial. Es difícil romperla. - Abrió un poco la boca, haciendo ver qué había entendido. -

- Pero ya nos estamos moviendo. - Me reí un poco.

- Da igual, en movimiento o quietos esto se puede romper, así que no te preocupes. -

- Señoritas - ¡El plan a la mierda! ¡Ya se ha dado cuenta de lo que estamos haciendo! - Bajense del coche por favor. - ¿Qué mierda? - Las señoras las están esperando fuera. - ¿¡Que señoras!?

De repente, vi a Jisoo y Lisa enfrente del taxi, hablando con Nayeon. Así que ellas mandaron a Nayeon a recogernos, interesante. Bueno por lo menos no he roto del todo el cristal.

- Venga, salir del coche. - Esa era Jisoo. Separate de Lisa, por favor. ¡Espera! Dios, Lisa con traje. Está increíble. ¡No, no soy lesbiana! Pero si está alucinante.

- Perdón, si os habéis asustado. No era nuestra intención. - Volvió a decir Jisoo.

- No te preocupes, si lo has preparado tú pues me encanta, ¿no?... Osea, no. Bueno sí, pero... Um, mierda. - , Rosé habló, Jisoo se empezó a reír, pero Lisa parecía que pasaba de todo lo que estaba pasando alrededor. Hasta que me miró, y cuando lo hizo sentí como si miles de mariposas me recorrieran el estómago. Es mágica está sensación. Sus ojos azules son tan profundos, que me hacen dudar si ella es real o no.