Kill or be Killed (ChanHun)

Casi

—Park Chanyeol.

Park Chanyeol. Sehun sonrió aunque por dentro quisiera asesinarlo en ese mismo momento, ese nombre le repudiaba, quería vomitarle en la cara al hijo de puta que tenía en frente.

Pero sabía que no era posible, tenía un objetivo que cumplir, algo más fuerte que sus ganas de asesinarlo en ese instante, por lo que optó a cortar aún más la distancia entre ambos para rozar levemente sus labios con sabor a labial de cerezas con los de Chanyeol, jugaría con él hasta volverlo loco de remate y hacerlo sufrir de la peor manera.

Ese era Oh Sehun.

Alguien con una imagen demasiado pura para la verdadera monstruosidad que vivía en su interior.

Sehun limpió una pequeña gota de sangre del mesero masacrado de la mejilla de Chanyeol y los llevó a sus labios para lamerlos.

Chanyeol lo tomó por la cintura y lo hizo sentarse sobre un taburete de la barra para colocarse entre sus piernas y atacar sus labios.

Sehun sonrió entre el beso con los ojos abiertos, una mirada sobre él le hizo sonreír lo suficiente para que Chanyeol lo notara, pero no separó sus labios de los del mercenario, muy al contrario siguió el beso mucho más delicioso.

No pudo evitar la mirada discriminatoria de JongIn a lo lejos, estaba celoso de Chanyeol e incluso temía que saliera lastimado por él, cuando en realidad no era así, Sehun era listo, una pequeña víbora manipuladora que se salía con la suya cuando quería.

Ambos se estaban casi devorando la boca mientras sus manos recorrían el cuerpo ajeno, tocando por encima de la ropa y aumentando el calor corporal entre ambos.

—Tengo una habitación arriba— Sintió el aliento alcoholizado de Chanyeol susurrar de manera seductora contra su oído.

—Sería un placer conocer allí— Mordió sus labios mientras acariciaba la sobresaliente erección en el pantalón de Chanyeol obteniendo un ronco gemido en respuesta, cosa que lo hizo sonreír mucho más que antes.

Quería vomitar con el simple pensamiento de ser tocado por el asesino de todos sus compañeros y jefe, pero debía hacerlo.

Y al parecer a JongIn tampoco le gustó la idea de verlo casi ser follado por Chanyeol en en taburete de un popular club sabiendo que podrían ser reconocidos con facilidad al ser un par de agentes que sobrevivieron a una enorme masacre.

Pero, se trata de Oh Sehun: alguien igual o incluso peor que Park Chanyeol.

Se dejó llevar de la mano, actuaría lo más sumiso posible ante él, aunque la idea le repudiaba no podía evitarlo.

Le echó una última mirada a JongIn guiñando el ojo para encabronarlo más de lo que ya estaba, meneó el culo en su dirección y le tiró un beso cuidando de no ser visto por Chanyeol.

—Espérame aquí, cariño, necesito arreglar algo antes de ir a romperte el culo durante toda la noche- Sehun asintió a su llamado y se quedó sentado en un taburete alejado de la barra mientras miraba a Chanyeol dirigirse a sus gorilas.

Le hizo una discreta seña a JongIn para que se encargara del cadáver del pobre mesero, también tenía que anotar al hombre en la lista negra de Chanyeol.

Vio al hombre volver junto a él con una botella de whisky para llevarlo de la mano al elevador, se maldijo mentalmente al ver que no iban solos en el camino al ascensor.

Tenía un obstáculo con el cual lidiar y era el hecho de que los hombre de Park ya lo tenían identificado, imposibilitando la ventaja de asesinarlo esa misma noche.

Entraron al ascensor junto a cuatro de sus guardaespaldas más fuertes, a Chanyeol no le importó la idea de que no se encontraban solos y en cuanto las puertas del elevador se cerraron tomó a Sehun por la cintura y lo volvió a besar como anteriormente lo hizo, a él pareció tampoco importarle y correspondió, haciendo el ambiente cada vez más sucio y adictivo que ambos estaban creando poco a poco.

—Eres el chico más caliente que he conocido— Susurró con dificultad Chanyeol al sentir la manos de Sehun frotar con agilidad en su erección, el ruido que sus jueguetonas y competentes lenguas resonó en todo el ascensor y al parecer los guardaespaldas no los miraron para nada.

No le dio tiempo de responder, las puertas del elevador se abrieron y Chanyeol no perdió el tiempo en conducirlo hasta su habitación VIP.

La puerta de la habitación fue el límite de los guardaespaldas para custodiar, ambos se adentraron en la oscuridad que les brindaba la habitación, un enorme ventanal les permitía ver sus sombras entre tanta oscuridad.

Sehun tenía planes, planes muy buenos para enloquecer a Chanyeol.

Sacó su teléfono desechable, tumbo al mercenario sobre la cama y aún a oscuras se quitó toda la ropa, quedando únicamente en la ropa interior de encaje que anteriormente usó con JongIn.

Encendió el reproductor de música de su pequeño teléfono, la luz de la lámpara de noche se encendió gracias a Chanyeol en el momento justo en que la música comenzó a sonar suavemente.

Sus movimientos frente a la enorme cama eran seguros, lentos y sensuales, logrando su misión de volver loco a Park Chanyeol por querer poseerlo.

Cerró lo ojos, imaginando que bailaba a una cama vacía en su casa y no al asesino que tenía enfrente.

—Sehun— Su nombre fue susurrado por los labios ajenos, abrió los ojos y sonrió mordiéndose los labios al mirar a Chanyeol sudoroso sobre la cama acariciando su erección encima de la tela de su pantalón y llamándolo casi suplicando que fuera atendido— Ven aquí, cariño.

Obedientemente cortó su inspiración de baile para acercarse con movimientos extravagantes sin dejar de mirarlo a los ojos, subió a la cama gateando hasta llegar a él, estaba mintiendo si dijera que no estaba excitado, porque lo estaba, era imposible no estarlo luego de todo lo que habían hecho anteriormente.

—Acércate más, cariño— Sehun gimió ante el tono de voz de Chanyeol, lentamente fue hasta él, quedando frente a frente.

Chanyeol lo besó e invirtió sus posiciones dejando a Sehun debajo de él, cortó el beso para encender las luces y mirarlo fijamente a los ojos.

Sehun se sintió nervioso ante lo que imaginó que estaba sucediendo.

—Creíste que no me iba a dar cuenta, pero te equivocaste ¿Quién demonios eres, Oh Sehun— Tragó saliva con nerviosismo al ver a Chanyeol apuntándole con un arma— Quiero la verdad o te vuelo la cabeza en este instante.

Casi funcionó su plan.