Infiernos

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Sehun hace unas horas antes lo único que quería era su dulce y hermosa venganza.

Ahora lo único que deseaba era nunca parar en su sublime juego con Park Chanyeol.

Se sentía jodidamente rico tener a Chanyeol encajando en su interior con rapidez, haciéndolo delirar de placer.

—Tengo ganas de atarte para tenerte únicamente a mi merced— Chanyeol lo puso sobre su estómago en la cama para mayor disfrute, Sehun gimió al sentir la gruesa polla dar en su punto dulce con esmero, apretó las sabanas y mordió la almohada en la que estaba apoyado antes de enloquecer y gemir sin pudor alguno— No sé quién demonios seas Oh Sehun, pero te has clavado muy en mi interior, más que mi polla dentro de tu dulce culo, me has hechizado y eso es un error muy grande.

Sehun no respondió con palabras, sino con gemidos, se comportaba como todo un desesperado, pero tener a Park Chanyeol susurrando cosas vulgares y sucias contra su oído y besándole toda la espalda no ayudaba en nada.

No podía concentrarse en sus objetivos en ese preciso momento, sentía su culo, estómago y piernas viscosas a causa de la esencia de ambos, el olor a sexo y sudor no lo sofocaba en absoluto  y habían hecho un verdadero desastre la habitación a causa de su anterior pelea y ahora porque destrozaron lo poco que quedaba gracias a sus animales interiores ansiosos de cumplir sus deseos carnales.

Era la tercera vez en menos de dos horas que follaban como conejos y simplemente no se satisfacían, sus cuerpos pedían por más y al parecer ellos se lo darían.

A pesar de que Chanyeol lo privó del tacto al atarle las manos contra su espalda, Sehun se sentía completamente satisfecho con los placeres que él le estaba dando, Chanyeol era un muy buen amante a pesar de todo, el muy hijo de puta era excelente en todo lo que hacía y la cama no era una excepción.

Escuchó a Chanyeol maldecir, algo pegajoso vaciarse en su interior y su miembro descargándose entre su estómago y las cobijas de la cama.

Sintió el cuerpo de Chanyeol apoyarse contra su espalda tratando de recuperar el aliento, gimió al sentir un vacío en el momento en que la calidez abandonó su cuerpo, varios besos fueron depositados por toda su espalda y muslos, sus manos fueron liberadas y por fin pudo voltearse para encarar a Chanyeol.

Ambos sudorosos y pegajosos, Sehun aún recostado abrió con pereza sus piernas para que Chanyeol se pudiera colocar entre ellas y llegar hasta sus labios.

Se repartieron besos y caricias, Sehun enredó sus piernas y brazos alrededor del cuerpo de Chanyeol sin separarse del beso, le acarició el cabello y brazos, examinó cada tatuaje que decoraba su cuerpo.

Estuvieron ahí hasta la madrugada, explorando el cuerpo contrario, con sus extremidades enredadas en el otro, respirando sus fragancias corporales, aspirando el olor a sexo que ellos mismos produjeron.

Sehun estaba totalmente satisfecho con el avance que llevaba sobre él, Chanyeol resultó más fácil de lo que creyó, no era mucha la confianza que había, pero logró algo, un pequeño avance y se encargaría de hacerla más grande. Necesitaba la total confianza de Chanyeol sobre él, quería tenerlo comiendo de su mano, una simple noche no le bastaría para ello, por lo que vendría la siguiente semana al club o le daría su número telefónico desechable a Chanyeol o alguna forma para que se volvieran a reencontrar.

—¿En qué piensas?— Cuestionó Chanyeol, por lo que tuvo que interrumpir sus pensamientos y seguir acariciando la espalda del mercenario y expuso su cuello ante él para que repartiera besos por toda su extensión. Cerró los ojos ante la rica sensación de tener los labios de Chanyeol absorbiendo su caliente piel.

—En nada, simplemente pensando en lo bien que follas— Al parecer la respuesta le agradó, Sehun sonrió ante su cometido, necesitaba averiguar algunas debilidades del mercenario (si es que las tenía), pero claro que tenía debilidades, no hay duda de ello, todos tenemos debilidades, sólo que algunos las saben esconder perfectamente para no verse vulnerables.

Y Sehun se encargaría de hallar la debilidad de Park Chanyeol para asesinarlo con ella.

—¿Te apetece una ducha y volver al club o prefieres quedarte aquí toda la noche?— Sehun le dio una sonrisa demasiado falsa a Chanyeol y le besó los labios— Tomaré eso como la segunda opción.

—No lo creo— Apartó a Chanyeol de su cuerpo y se dirigió al baño, no hubo necesidad de hacer invitación alguna para que se le uniera, sabía que fue seguido en cuanto la puerta fue abierta después de que él la cerró.

—¿Es esto algún tipo de juego tuyo, conejito? — Sehun se sorprendió, no tanto por ser tomado por la cintura y empotrado contra el azulejo, sino, por el apodo que Chanyeol le dio, ridículo, pero... le sacó una sonrisa.

—¿Tú qué crees?— Giró su cabeza para alcanzar los labios de Chanyeol, gimiendo ante la frialdad del agua que caía de la regadera y el calor corporal del mercenario— O ¿Por qué mejor no lo averiguas tú mismo?.

Chanyeol lo volvió a follar en la regadera.

Luego de su último encuentro carnal de la noche, ambos bajaron de nuevo al club, a pesar de que era ya tarde el lugar estaba lleno aún.

El ambiente fiestero seguía a tope, Sehun recordó a JongIn y rezó para que ya no estuviera ahí y mucho menos en estado de ebriedad, no quería que sus planes se fuera a cagar por culpa de su mejor amigo y sus tontos celos.

Chanyeol lo llevó hasta la barra y pidió bebidas para ambos, Sehun se sentó en uno de los taburetes y miró a un nuevo mesero, se lamentó por el anterior que fue asesinado por su maldita culpa, al parecer el lugar estaba tan normal y no parecía que hace unas horas hubiera un cadáver en la barra.

—¿Otra vez tan pensativo?— Sehun miró a Chanyeol, se veía tan fresco como cuando lo conoció, simplemente sonrió con pereza de articular palabra alguna y abrió sus piernas para que él se pudiera posicionar entre ellas, se besaron para esperar sus bebidas.

Chanyeol lo tenía tomado por la cintura y él sus manos alrededor de su cuello y sus piernas apresándolo.

Parecían algo más que una aventura pasajera, más que unos amantes que acababan de conocerse y sobretodo ni parecía que Sehun tenía engatusado a Chanyeol para poder asesinarlo.

Un hilo de saliva los mantenía conectados al separarse del beso, ambos se miraron fijamente a los ojos y  Chanyeol le acarició la mejilla a Sehun sin romper el contacto visual.

—Vas a ser solo mío, Sehun— Chanyeol se acercó a él para susurrarle al oído con suavidad, pero con algo de advertencia— Vas a venir conmigo a mi casa y no me importa que tenga que atarte.

Sehun sonrió y lo atrajo nuevamente a sus labios, lo tomó por el cabello y hundió su lengua en la cavidad bucal de Chanyeol.

No había necesidad de respuesta alguna, ambos tenían lo que necesitaban en bandeja de plata.

Ni el mesero que los llamó para darles sus bebidas detuvo su beso y mucho menos la falta de oxígeno.

—Sí, Chanyeol, iré contigo— Susurró Sehun frotando su nariz con la del mercenario, ambos sonrieron y cerraron los ojos a la par.

—¿Sehun?— Ambos voltearon ante el llamado, su burbuja se rompió y el corazón se le aceleró al ver de quien se trataba.

Kill or be Killed (ChanHun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora