Hola, Amor [1/2]

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Amor a primera vista, ¿Qué tan cliché sonaba eso? Sin embargo eso fue lo que sucedió, tan pronto como esos pares de ojos carmín se encontraron surgió ese sentimiento de amor, ese sentimiento de haber encontrado a su alma gemela.

Al principio Bakugō había rechazado la invitación del pecoso de ir a una cita doble, Deku había estado saliendo con un tipo que conoció por Internet, un extranjero y ahora, ese extranjero quería presentarle a un amigo.

—Se que no quieres ir pero, Kirishima es una persona muy especial para Yuuga.

Bakugō hastiado rodó los ojos. —¿Y eso a mí qué? Vete a joder a alguien más.

—¡Por favor, Kachan! Si me acompañas prometo darte el póster de All Might que conseguí.

Fue allí donde su atención se dirigió al patético de su amigo. —¿El de edición limitada?

—¡Sí! Te lo daré si me acompañas, ¿Qué dices? ¿Trató?

—Que patético eres, estás sobornandome para ir a una apestosa cita doble.

—¿Sí irás?

—¡Iré solo porque me estás dando lo que me merezco! yo vi ese póster primero en la tienda.

—¡Pero el que lo toma lo gana! Fui yo quien lo tomó primero, gané justamente.

—Me lo vas a dar, después de esa apestosa cita ya no va a ser tuyo.

El peliverde sonrió. —No me molesta, Yuuga estará muy feliz de tener a alguien que acompañe a Kirishima.

—Lo que sea, una mierda, vete y déjame ir a clase.

Bakugō a veces se preguntaba cómo es que tenía a un amigo tan inútil como Deku, bueno no era tan inútil y de hecho lo apreciaba, pero eso nunca lo admitiría en voz alta.

—Te mandaré la dirección por mensaje, te veo esta noche.

Esa noche estaba helando, la primera nevada pintó las calles y árboles de Tokyo con un manto blanco, el frío hizo que su nariz se pusiera roja.

Cuando encontró el lugar que Deku le había mencionado en el mensaje se acomodó el gorro de lana que llevaba puesto y entró al restaurante.

Había mucha gente pero Bakugō solo pudo prestar atención al chico de roja cabellera parado en medio del lugar, vestido con un horroroso gorro de lana amarillo y una bufanda del mismo feo amarillo chillante, su corazón se aceleró.

Sus ojos se encontraron y todo el mundo se esfumó, solo eran ellos, como si estuviesen atrapados en una burbuja todo el ruido se amortiguó.

Desde esa noche ambos se volvieron a encontrar, solos.

Citas en el parque, paseos por la playa, almuerzos después de la universidad, cenas después de los exámenes.

Con todo eso incluso se había olvidado del póster que Deku le había prometido.

Su mundo desde esa noche pasó a ser Eijirō Kirishima.

Bakugō aún recuerda la primera vez en que se confesó a alguien, fue a Kirishima, estaban allí, sentados en la playa, congelándose por haber nadado en pleno invierno.

Eijirō estaba recostado a su lado en la arena, temblando de frío y con la nariz roja, se veía tan hermoso con la luz tenue de la luna sobre su rostro y cabello mojado, que Bakugō sintió que su corazón estaba latiendo tan fuerte como si fuera a salirse de su pecho.

—Eijirō…

—¿Mmn?

—Haces que me duela el pecho cada vez que te veo, ¡Y eso es tan maldita mente molesto! ¡Toma la responsabilidad!

¡Hola y Adiós, amor! [Bakushima/Todokiri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora