GOT7 the type

christmas special; wrapped in red

everybody's happy, snow is falling down

Sé que alguna vez todos hemos estado en esa situación en la que te quieres mucho a alguien, pero no eres capaz de decírselo. Ya sea por miedo a perder la amistad que tienen si todo resulta mal, que te rechace porque simplemente no siente lo mismo por ti, o tal vez sólo por cobardía.

Pues eso estaba experimentando en este momento con Jackson Wang, mi vecino de enfrente.

from afar i've loved you but never let it show

Hemos sido vecinos durante varios años, 4 o 5 tal vez. Nos llevamos bien, convivimos demasiado, incluso a veces comemos juntos, ya sea en su departamento o en el mío.

Desde hace 2 años me di cuenta de que estaba enamorada de él y no se lo dije. Hasta la fecha lo he visto tener 3 relaciones diferentes, todas terminaron trágicamente.

Le rompieron el corazón en las 3 ocasiones o adivinen quién estuvo en cada ruptura.

Exacto yo.

Este año había decidido que me quedaría en mi departamento en navidad, no tenía muchas ganas de salir, y al parecer mi queridísimo vecino también estaría en su departamento, solo.

always watching, never reaching

Estaba segura de que quería decirle lo que sentía por él, pero no encontraba el valor suficiente para salir e ir a departamento y decirle "Hey, te he querido como más que un amigo desde hace 2 años. Salgamos.".

Había hablado con mi mejor amiga y le había contado la situación y lo que quería hacer.

—Mira, lo peor que te puede decir es que no siente lo mismo y ya —dijo al otro lado el teléfono—. Si deja que eso arruine su amistad entonces nunca fue tu amigo de verdad.

—Lo haces sonar tan fácil —suspiré y me dejé caer en el sillón.

—Lo es —pausó—. No lo pienses tanto t ve por él.

—Si me rechaza, tendré que seguir viéndolo en el edificio.

—¿Y?

—¿Y? —repetí lo que dijo— No quiero que las cosas sean incómodas entre los dos.

—Escúchame —esta vez se escuchaba muy seria—, si no vas y le dices ahora mismo lo que siente, nunca sabrás si él siente lo mismo por ti. Si te rechaza, pues pasas la página, no es el único chico en el mundo. Y sabes que te quiero mucho, pero si esta conversación es para seguir dándole vueltas a este asunto, no puedo seguir hablando, ya he dicho lo que creo que deberías hacer. Solo no dejes pasar tanto tiempo para tomar una decisión, tal vez puedo te arrepientas.

Ambas nos deseamos feliz víspera de navidad y colgamos.

Ella tenía razón. Si no lo hacía ahora ¿cuándo? ¿Y si cuando por fin me animaba a decirle ya alguien había llegado a su vida?

—¡No!—me incorporé— Tengo que hacerlo.

this christmas i'm going to risk it all

Fui a mi habitación a cambiarme de ropa y arreglarme un poco.

Me dejé los jeans que estaba usando t solo me cambié la playera que llevaba por una blusa y un abrigo.

so i'm at your door with nothing more than words i never said

Las manos me temblaban al igual que las piernas y no tenía idea si era por el frío o los nervios. Tal vez una combinación de ambos.

Toqué el timbre del departamento de Jackson y esperé algunos segundos.

Volví a tocar.

No salía, tal vez era una señal de que debía volver a mi departamento y seguir ocultando lo que sentía por él.

Cuando estaba decidida a ir, la puerta de abrió.

—Oh, t/n. Qué sorpresa —sonrió.

i'm not afraid to fall

—Jackson, vine a decirte algo muy importante —solté.

—¿Tiene que ver con el moño rojo que traes en al cabello?

Toqué mi cabeza y asentí.

—Jackson, me gustas —pause, pero de inmediato continué—. Y entiendo a la perfección si no te sientes igual que yo, esta bien, lo voy a superar, pero por favor no dejes que esto arruine la amistad que tenemos porque no soportaría la idea de no tenerte en mi vida.

—¿Este es mi regalo de Santa adelantado?

—¿Disculpa?

Jackson se alejó de la puerta dejándome ahí afuera con el frío y mi moño rojo.

—Esto — dijo cuando volvió y me entregó una hoja.

Querido Santa:

Para esta Navidad sólo quiero que envíes a alguien que pueda quererme honestamente, sin engaños.

Jackson

—¿Les escribiste una carta a Santa? —pregunté.

—Cada año lo hago —comentó—. Me gusta pensar que la magia existe.

—¿Y que dices?

—Bueno, creo que pudo esforzarse un poco con el envoltorio —pausó y toco el moño que estaba en mi cabeza—, pero me gusta lo que hay debajo del moño —sonrió.