15 de noviembre.
Ben terminaba de acomodar las pertenencias de Rey en su sala, aunque realmente eran poca cosa, una mesita, unos cojines, libros, algunas plantas y el resto cuadros y artículos de baño y cocina.
Sin embargo, aquellas pequeñas cosas habían cambiado por completo el departamento de Ben, le daban un ambiente feliz, ya que desde que ella estaba allí, comenzó a hacer cosas que no acostumbraba, como desayunar temprano, cocinar para Rey, trabajar solo hasta su horario normal y evitar las horas extras hasta altas horas de la noche.
Estaba total y absolutamente enamorado de ella y siempre buscaba pequeñas y originales formas de hacerla feliz. Se proyectaba tanto con ella que comenzó a preguntarle por las fiestas cercanas, como acción de gracias y navidad.
-Con acción de gracias no tengo problemas -Le dijo Rey masticando el sándwich de mantequilla de maní.
- ¿Y navidad? -Preguntó Ben mirándola fijo.
-Bueno... Navidad no... bueno, no tengo buenos recuerdos de las fiestas -Respiró profundo y continuó- En el orfanato no era una fiesta para mí, cada año le pedía a Santa que me trajera una familia, cuando era más pequeña, pedía a la mía... cosa que nunca pasó, entonces a medida que pasaban los años, perdí toda la esperanza y bueno, también las ganas de celebrar las fiestas.
No lloraba, pero se escuchaba desesperanzada, lo que hizo que a Ben le diera un sentimiento de empatía y algo de angustia.
- ¿Y si yo cambio eso? -Preguntó esperanzado.
- ¿Qué cosa?
-Que si yo cambio tu percepción de las fiestas.
-Bueno, podrías intentarlo -Rey lo miró desafiante.
Ben la abrazó y le dio un beso en la frente. Ya haría que ella cambiase su manera de pensar, con todo su amor y persistencia lo lograría y si no, pues se divertirían en el proceso.
1 de diciembre
Rey salió cansada de su trabajo, pero no lo suficiente como para no juntarse con Ben. Había tomado un taxi, al que le dio la dirección que le indicó su novio. Pagó y se bajó. Miró a todos lados, no nevaba, pero si estaba bastante frío, por lo que se acomodó la bufanda y caminó al lugar indicado. Era un lugar donde vendían pinos para decorar y Ben la esperaba afuera con una sonrisa brillante que mostraba sus adorables dientes torcidos.
- ¿Qué es esto Ben?
-Bueno, no es muy difícil darse cuenta de que venimos por un árbol para decorar.
- ¿Es en serio? -Parecía curiosa.
Ben sonrió mas y la llevó adentro. Allí le dio a escoger el pino mas frondoso y verde que pudieron encontrar. La sorprendió mirándolo con una sonrisa, así que la fotografió antes de que se diera cuenta. Era un buen comienzo.
2 de diciembre
Habían llegado agotados la noche anterior, por lo que solo instalaron el árbol, pero no lo decoraron. Se acostaron a dormir tan pronto terminaron.
Rey se fue a trabajar temprano al taller de autos aquella mañana por lo que apenas tomó el desayuno que preparó Ben.
-Pasaré por ti a las 7 -Dijo él dándole un beso- Saluda a mi padre de mi parte.
Rey asintió y se fue casi volando, era una buena época para el taller y Han pagaba muy bien las horas extras. Así era como conoció a Ben, trabajando para su padre, simplemente fue como un rayo que los atravesó. Él comenzó a ir casi a diario, a veces le llevaba café, otras veces le llevaba galletas, pues al parecer Rose o Finn le habían dicho de su amor por las cosas dulces y en el fondo lo agradecía.
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24 Días para Amar
RomanceBen se entera de que su novia no es fanática de la navidad, mas bien no le gusta porque le trae malos recuerdos, por lo que se propone darle cada día algo nuevo para que ella tenga nuevos y agradables recuerdos de estas fechas. Disclaimer, los pers...