Esta es la historia de Naruto, un joven semidios que fue dejado a la deriva por su madre piadosa unas horas después del nacimiento por el simple echo de nacer.
Lo que nadie esperaba es que por obra de 2 jovenes y las moiras este semidios seria de v...
En el Penthouse de un edificio en la 5th Av se puede ver a un pelirubio en su cama sentado frotándose los ojos mientras mira el reloj y frunce el ceño.
"Maldita sea tío Apolo se supone que es invierno y sales más tarde"- mientras entrecierra los ojos mirando el sol que pareció brillas un poco más.
Levantándose de un salto procedió a darse una ducha y preparar sus cosas ya que hoy tenía que partir para realizar una tarea que Lord Hades le encargó, poniéndose una cazadora de cuello alto negra con detalles en dorado, su arco que está encantado en forma de reloj, una bolsa de cuchillos arrojadizos que estaban en forma de cinturón y su mochila con su equipo para misiones bajo a la recepción y se dirigió al garaje enfrente del edificio donde se montó en su Honda Twister modificada y partió rumbo a Maine a buscar su misión.
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(La moto)
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Naruto estaba parado sobre un colina observando como se desarrollaba la situación abajo, estaba por intervenir cuando la manticora estaba por atacar a los niños vio un destello plateado y una flecha echa de plata estaba calavada en el hombro del monstruo y se detuvo en seco mientras su rostro se volvía inexpresivo al igual que sus ojos.
"Bueno... Mierda."- susurro mientras veía aparecer a las cazadoras, pero sus ojos estaban fijos en 2 niñas de entre 12 o 13 años con cabello castaño rojizo y ojos plateados.
Abajo de la colina.
"¡Las cazadoras!"- exclamó Annabeth mientras Thalia murmuraba por lo bajo que curiosamente sonaba como algunas maldiciones.
"Permiso para matar mi Lady"- hablo una joven de cabello negro con una diadema alrededor de su cabeza.
"¡No puedes intervenir, está prohibido por las Leyes Antiguas!"- rugió el Manticore mientras miraba a una de las niñas con furia en sus ojos.
"Te equivocas"- Dijo una de las niñas con el pelo castaño rojizo y ojos plateados - "La caza de todas las bestias recae en mi dominio y la última vez que lo comprobé tú eras una bestia"- Miro a la niña con la diadema - "Permiso concedido Zoé"
"Si no puedo llevarme los vivos" -refunfuño la Manticore - "¡Me los llevaré muertos!"- Y se lanzó contra Percy y Thalia que estaban distraídos.
"¡No!" - Grito Annabeth y se lanzó contra el monstruo.
"¡Apártate mestiza!" -Grito la niña de la diadema - "Apártate de linea de fuego"
Pero Annabeth no hizo caso. Salto sobre el lomo de la bestia y hundió su cuchillo en la melena de león. La Manticore aulló y se retorció en círculos mientras Annabeth se aferraba como si su vida dependiese de ello.
