"Yo no..."

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Que un amigo de toda la vida, te diga que te quiere, no es tan raro. Pero que ese "te quiero", tenga un significado mucho más profundo, eso lo complica todo. Porque no es algo que se pueda tomar a la ligera. Es demasiado. Demasiado bueno. Demasiado malo. Demasiado complicado. Demasiado inesperado. Casi irreal. O sea, está bien, hay que tener en cuenta el contexto. Porque no es lo mismo que venga un amigo y te diga que te quiere, mientras están sentados viendo una película juntos, o que te lo diga cuando están en un restaurante, comiendo con otros amigos, o en la plaza, después de jugar al fútbol, o que te lo diga antes de despedirse cuando te acompañó hasta tu casa. Nada de eso es comparable con escucharlo mientras están sentados en el sofá, desayunando, tranquilos, después de haber pasado toda la noche, y un par de horas a la mañana, teniendo sexo. Son contextos muy diferentes. Pero el cagaso que te pegas, no es muy diferente. Porque no sabés qué decirle. Porque lo dijo con lágrimas en los ojos. Porque se notaba como le temblaba la voz. Porque se veía el dolor en sus ojos. Porque se podía escuchar el crujido de su corazón cuando esas palabras salían de su boca. Porque esas palabras no salieron de su boca, salieron de su corazón. Y le dolían. Y se notaba ese dolor. Y ese dolor, también lo sintió quien escuchó eso. Pero no porque sintiera lo mismo, si no que, era porque él no tenía ese sentimiento. Y sabía que si se lo decía, todo se iba a la mierda. Porque no hay peor cosa en el mundo que ser rechazado por tu primer amor. Y encima, tener que seguir viviendo en la misma casa durante cinco semanas más. Tampoco es fácil buscar las palabras justas para poder salir de esa situación sin lastimarlo. Porque, no le podía mentir. Habían prometido no mentirse entre ellos. Y las promesas deben cumplirse. Y mucho más las promesas que se le hacen a los amigos. Entonces, ¿qué podía hacer? ¿Cómo responder sin herir el corazón de su amigo?

(Ge) - Berny, yo... No... No sé qué decirte...

(Be) - Yo no espero, ni necesito ninguna respuesta. Solo dije lo que tenía que decir porque ya no podía aguantarlo más... No te preocupes por mi. No te voy a volver a insistir con esto. Ya lo dije. Ya lo saqué de mi corazón. Ahora estoy más aliviado.

(Ge) - Pero... Es que...

(Be) - Ya está... Los otros chicos están entrando, me voy al baño a lavarme la cara. No menciones esto. Y no te preocupes por mi.

(Ge) - Berny... Esperá, Bernardo...

(Ul) - Trajimos un pato... Jajajajajaja... Lo conseguí... Voy a hacer un pato a la naranja.

(Ga) - Llevalo al quincho y limpialo allá... No ensuciés acá.

(Ul) - ¿Todo bien, chicos? ¿Estaban peleando?

(Ge) - No... Estábamos hablando nomas... Berny fue al baño.

(Ul) - Ok. Voy a limpiar el pato y después lo traigo a la cocina. Preparen algo para acompañar.

(Ga) - Al pedo organizamos las actividades que iba a hacer cada uno... Al final, todos hacemos todo junto.

(Be) - Funcionó por unos días... No fue tan mala idea.

(Ga) - ¿Estás bien? ¿Estuviste llorando? ¿Qué pasó? ¿Qué te hizo el pelotudo de mi hermano?
¿Qué le dijiste vos? ¿Qué le hiciste a Bernardo?

(Ge) - Cortala, Germán. No rompas las pelotas. No le hice nada. No pasó nada. Solo estábamos hablando.

(Ga) - No te creo. Berny, después de comer vamos a hablar vos y yo.

(Ge) - No necesitas hablar nada con él. Ya te dije que no pasó nada. Solo hablamos.

(Be) - Germán está diciendo la verdad. Prometimos no mentirnos entre nosotros. Y no estamos mintiendo. Estábamos hablando nomas.

(Ga) - No les creo. Vengan a ayudarme a cocinar.

El resto del día, la tensión entre Bernardo y Germán podía cortarse con cuchillo. Y Gabriel y Ulises se dieron cuenta. Algo había pasado entre ellos dos. Pero no querían decir nnada. Solo restaba esperar a que ellos vuelvan a hablar y arreglen las cosas solos. Ya no son chicos, tienen que comportarse como adultos. Van a entrar a la facultad en un par de meses nomas. Tienen que aprender a arreglar sus diferencias sin afectar a las demás personas. No es algo fácil. Pero es necesario. Así que Uli y Gaby decidieron no intervenir. Y dejar que Berny y Ger arreglen lo que sea que se haya roto. Para que vuelvan ser los mismos de antes.
Lo que ellos no sabían era que, Berny y Ger, no iban a volver a ser los mismos de antes porque lo que se había roto era su amistad, y de la forma en que se rompió, ya no se puede arreglar, ya no va a volver a ser la misma. Ya no van a volver a ser los mismos. Porque ahora, el sentimiento cambió, y ya no es solo amistad.

(Be) - Ger... ¿Puedo entrar? ¿Podemos hablar?

(Ge) - Si, entrá. Y cerrá bien la puerta.

(Be) - Primero, quiero disculparme... Por lo que te...

(Ge) - Berny... No. No quiero que me pidas perdón, ni tampoco necesitas hacerlo. Dejame hablar a mi...
Yo... Estuve pensando en lo que me dijiste hoy. Y sé que es difícil decir algo así. Pude notar el dolor de tu corazón cuando lo dijiste. Tu voz, tus gestos, tu cuerpo temblando, tu mirada triste. Me di cuenta de todo eso. No podía evitar notarlo. Y sé que llevabas mucho tiempo guardándolo. Es solo que, yo no quería verlo. Sé que tuviste que tomar mucho coraje para hablar conmigo hoy. Y eso lo valoro, de verdad...
Fue muy difícil para mí escuchar eso. Pero no por las palabras que dijiste. Lo que fue más difícil para mí fue que "vos" me dijeras eso. Porque, para mi, vos sos uno de mis mejores amigos. Perdón, sé que esa palabra te duele ahora. Y yo si necesito disculparme. Yo si necesito pedirte que me perdones...
Porque...
Porque yo...
Bernardo, yo...
Yo no te quiero.
No de la misma forma en la que vos me querés a mi. Si quiero tenerte a mi lado, porque me siento bien con vos. Me gusta compartir cosas con vos. Me siento tranquilo al lado tuyo. Me gusta hablar con vos. Me gusta lo que tenemos hasta ahora. Me gusta tener sexo con vos, eso no te lo puedo negar.
Pero no tengo ese sentimiento...
Yo no...

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