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Habia despertado aquella mañana con un poco de esperanza en su ser, su lobo gruñía extraño mientras se ponía su uniforme.
A su lobo no le gustaba desobedecer a sus hermanos, pero él realmente quería ir por su cuenta a la escuela.

Tenia 17, no 7.

Ya no había porqué acompañarle hasta la escuela como un niño de preescolar, era un omega echo y derecho, lastima que sus hermanos lo seguían viendo en pañales.

Despertó mas temprano de la habitual, poniendo la cafetera y preparando algunos licuados para todos los alfas de la casa, sentía de alguna forma que él le daba algo de cordura y sentido hogareño al ambiente tan tenso de siempre.
Se sentía con esa responsabilidad al ser el único omega entre 4 alfas.

En cuanto escuchó la puerta del cuarto donde sus hermanos descansaban supo que no iba a poder lograr su cometido de ir por si mismo a la escuela.

-¿Qué haces despierto?.- Jin salía perezosamente de la habitación , rascando sus ojos y bostezando prolongadamente.

Yoongi comenzó a idealizar alguna mentirita piadosa para que no le regañaran.

-Quise hacerles el desayuno.- mintió, no del todo en realidad, alzando los platos que ordenaba sobre el comedor y señalando debilmente los huevos revueltos en la asartén.

SeokJin asintió adormilado, avanzando torpemente al baño para hacer sus necesidades matutinas.

-Oye Yoongi.

-¿Si?

-Solo yo iré a dejarte a la escuela.

Eso no era lo que esperaba escuchar, pero un solo alfa era mejor que tres, por lo que no pudo simplemente rechazar la oferta.
Emitió un sonido de afirmación desde su garganta, sirviendo solamente 2 platos con huevos revueltos, tiras de tocino y un pequeño biscocho de los que horneó la noche anterior.

Solamente sirivió su taza de café, conocía bien a su hermanos y sabía que a este le gustaba servirce su propia cafeína en la misma taza de siempre.

-¿Estas emocionado por tu primer dia?.- preguntó el alfa, sentandose frente a su hermanito que lucía orgulloso un gorro invernal con la cara de Kumamon en diminutivo.

Yoongi terminó de pasar el sorbo de cafeina por su garganta, asintiendo efusívamente.

-Lo estoy, aunque sigo pensando en lo de hacerme pasar por un Alfa.- confesó apenado, llevando la tira de tocino a su boca para masticarla con emoción y hambre.

Algo en su interior le decía que no era lo correcto, que podían descubrirle e humillarle frente a todos, pero que también era una buena forma de alejar a todos esos alfas no deseados.

Como esa tonta alfa de Daegu de nombre que no puede recordar, solo se le viene a su mente la vez que esta lo acorraló en la pared de la primaria y le robó su primer beso.
Desde ese momento supo que las alfas mujeres no eran para él.

-¿Y por qué no? Te presto mi aroma si quieres.-ofreció el alfa gustoso, sonriendo y chillando aún más cuando su pálido hermano terminó por haceptar la idea.

Mientras seokjin terminaba su desayuno, y Yoongi lavaba sus dientes y ajustaba su corbata, Hoseok salió por la puerta de la habitación, gruñendo desesperado y con el rostro rojizo.

Practicamente arrojó a Yoongi fuera del cuarto de baño, solo para poder encerrarse y darse una dicha fría apesar de las bajas temperaturas de hoy.

-¿Hyung?.- habló en tono preocupado, tocando debilemente la madera con sus nudillos y recibiendo como respuesta un gruñido molesto.

-Déjalo, entró en celo. Vámonos y así puedo comprar supresores de paso.- indicó Jin desde la puerta principal, listo para dejarle su aroma a su pequeño hermanito.

~Él no es un Alfa~ JIMSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora