Abrí los ojos, poco a poco cegada por los rayos de luz. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. La primera pregunta que se pasó por mi mente fue ¿que pasó? Lo único que recuerdo fue un hombre castaño de cabello largo... Esperen, ¿Donde estoy? Mire de un lado a otro, en busca de respuestas, respuestas a las miles de preguntas que se cruzaban por mi cabeza. Un pañuelo estaba atado a mi boca, por lo que no pude gritar, y al intentar moverme, noté unas gruesas correas alrededor de mis muñecas y piernas, que se encontraban atadas a una silla. Estaba en una habitación, algo obscura, que se iluminaba por unos rayos de luz que se filtraban por la pequeña ventana. Joder, joder, ¿que hago ahora?
-¿Que hacemos con ella?.-dijo una voz fuera de la habitación.
-Joder, no lo sé, calla.-luego de esto, la puerta se abrió de un portazo, que hizo estremecerme un poco, aparte del frío que hacía en la habitación.
-Veo que ya despertaste.-dijo el mismo hombre de la noche anterior, con una amplia sonrisa. Yo solo me dedicaba a observar un punto fijo de la habitación, dejando como respuesta, mi agitada respiración.
-Bien, Horacio, quitale la banda de la boca.-como este ordenó, un hombre algo viejo se acercó a mi. No perdí tiempo alguno, cuando sacó la banda, levante las piernas como pude, y aproveché de pegarle en la entrepierna. Este solo se lanzó al suelo, a retorcerse del dolor. Sonreí para mis adentros.
-Guapa y valiente. Que lastima que ya no será así.-se acercó a mi, sentía que mi corazón saldría de su lugar en cualquier momento, las lágrimas amenazaban con salir, pero aún así intenté retenerlas. El hombre una vez a mi lado, alzo mi barbilla con algo de brusquedad obligándome a mirarlo a los ojos. Lo vi meter su mano en su bolsillo trasero, sacando de ello, un filoso cuchillo. Los nervios me invadieron de un momento a otro, y comencé a forcejear, sabiendo que no lograría nada.
-No tengas miedo querida.-yo solo le escupí en su asqueroso rostro. La ira recorrió su cuerpo, y girando con brusquedad mi cabeza, acercó el cuchillo a mi mejilla, haciendo un gran y profundo corte, de ahí hasta la mandíbula. Solo pude retorcerme del dolor, y sentir un liquido caliente, llamado sangre.
-Si no te portaras mal, nada de esto habría pasado. Claro aparte del secuestro.-dicho esto, sonrió y se alejó por la puerta, con una amplia sonrisa. Puto.
****
Ya habían pasado 6 malditas horas. Un hombre había venido a "curarme" la herida hace unas horas, y claro, digo curarme con comillas ya que solo la limpió con un poco de alcohol. Esta había dejado de sangrar un poco, solo que no del todo. ¿porque me pasa todo esto a mi? Solo soy una chica que trabaja en un humilde bar. ¿Que es lo que quieren de mi? Suspiré, para de pronto oír rugir a mi amado estomago. No había comido desde que salí del trabajo. Ahora solo podía esperar a que mi héroe apareciera.Narra Harry
Joder, el estupido de Zack, le está haciendo daño a Lyn. Mi Lyn. Las cosas no debían ser así. El desgraciado me envió una fotografía de Lyn con un gran tajo en la mejilla. ¡¡Joder!! De pronto un gran estruendo se escucho debajo de mis pies. No me había dado cuenta cuando había empezado a romper los vasos del apartamento. Buscaré a Lyn, y la salvaré. No permitiré que un idiota le haga daño.
Narra Evelyn
-Toma.-dijo el misterioso hombre lanzándome un pan desde la puerta.
-¿Como pretendes que lo agarre si tengo las manos atadas?.-me atreví a enfrentarlo. Ignoró mi pregunta, solo acercándose y soltando mis manos. Genial. Simplemente genial. La marca de las cuerdas estaban marcadas en mis muñecas mientras un poco de sangre salía por ellas.
-Toma.-volvió a decir extendiéndome el pan.-y come.
-Gracias...?
-Zack. Y no me agradezcas.
-¿Que es lo que quieres?
-Simple. Dinero.
¿Dinero?
-¿Disculpa?
-Lo que oíste. Oí que tus padres son los famosos Johnson. ¿Y que mejor que sacarles dinero con el secuestro de su amada hija?
Nadie debería enterarse de que mis padres eran famosos. Es por eso que dejé Inglaterra y cambie mi apellido. Odiaba que todos me amaran por tener el apellido Johnson y unos padres famosos. Quería que las personas me amaran por ser quien soy realmente. Es por eso que me fui de casa a penas cumplí mi mayoría de edad. Y digamos que mi relación con mis padres no era la mejor.
-No te darán nada. No quieren nada que tenga que ver conmigo.
-Bueno, no pierdo en el intento.-y salió por la puerta. Yo solo suspiré.
Narra Harry
Conozco hace bastante tiempo a Zack, y se perfectamente donde pudo haber llevado a Evelyn. Conducía lo más rápido que podía, apretando el volante, y viendo como mis nudillos se tornaban de un color más blanco de lo normal.
Después de dos horas conduciendo, llegue al campo del padre de Zack. La casa parecía abandonada, y no había rastro de autos. Revisando mi pistola que se encontraba en mi bolsillo trasero, entré a la casa. Había una luz por debajo de una puerta, que daba a un subterráneo. Un hombre vigilaba la puerta de madera, y no lo pensé dos veces y me acerqué a el por detrás, dandole un fuerte golpe en nuca. Calló al piso, mientras yo sonreía con suficiencia. Abrí la puerta y un escalofrío me recorrió al oír un disparo. Apresuré el paso, y cuando llegue a el lugar proveniente del estruendo, vi a Lyn atada de las manos y piernas a una silla, mientras ella maldecía en voz baja. Zack estaba frente a ella, pero afortunadamente, el disparo había sido al suelo, y no a ella. Pero eso no ocultaba el hecho de que tuviera un tajo inmenso en la mejilla derecha. La ira y la adrenalina invadió mi ser, y con el paso decidido. Me acerqué a Zack. Evelyn se sorprendió un poco por mi repentina aparición, ataqué a Zack por la espalda, lanzándolo contra la pared, agarrándolo por el cuello. Le pegué en el estomago y luego en la barbilla, mientras este se retorcía del dolor, desaté a Lyn, y la llevé al estilo princesa, mientras ella envolvía sus brazos en mi cuello. Parecía asustada, muy asustada. Corrí hasta mi auto, y la deje en el asiento del copiloto mientras le ponía una manta. Estuvo encerrada aquí como una semana, podía estar un poco shockeada. Ella me dedicó una sonrisa que a penas pude distinguir, y cerró los ojos para quedarse dormida. Yo solo me dediqué a admirarla, para luego arrancar el auto y salir de una jodida vez. Una sonrisa salió de mis labios, mientras me dirigía a mi apartamento. Soy un genio.
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Deliciosa Obsesion {Harry Styles}
Fanfiction"No se sabe lo que se tiene hasta que se pierde" *** Ella, Ali, una chica simple, un triste pasado, una herida superada, pero no cerrada, y una increyente del amor, y un poco vulgar... Que digo, la chica dice mas groserías que cualquiera! El, Harry...