Deliciosa Obsesion {Harry Styles}

8. Un cumpleaños olvidado.. ¿O no?

Me sentía mal por Zayn. Recordé la otra noche. El beso con Harry. Ya había pasado una semana desde eso. Y bueno, no había parado a pensar en eso, hasta hoy. No puedo negar que no me gustó, porque claro está que Harry es un gran besador. Sus labios eran carnosos y con un lindo tono rojo con rosa. Suspiré, confundida. Pobre Zayn. Lo único que hacen los besos de Harry es confundirme más de lo que estoy. Un día es tierno y amable, y al otro día un mujeriego malhumorado. Hoy era domingo, por lo que mañana tocaba trabajo. Genial, pensé. Me dispuse a ver una película. "Votos de amor". Con esa película siempre lloraba. Es muy triste. Aunque al mismo tiempo hermosa. Esa película refleja que el amor siempre es mas fuerte que los problemas. Pero nada es como las películas. Simplemente, yo creo que el amor no existe. El amor no es para siempre. Porque cualquier día, te abandonan o te traicionan. Es por eso que suelo ser cerrada con los demás, y no abrir mi corazón. Un bote de helado descansaba a mi lado. Que tentación. Lo abrí, y continué comiendo el delicioso helado de chocolate. No podía creer que todos hubieran olvidado mi cumpleaños. Nunca me habían gustado los cumpleaños, aunque jamás se habían olvidado de mi, hasta hoy. Ni mis padres se acordaban de mi. Bufé, dispuesta a ir por la nutella a la cocina, cuando el timbre sonó.

-Hola.

-Hola...no hay nada que me quieras decir?- me apoyé en el marco de la puerta, mirando al ruliento de ojos esmeraldas que me miraba sonriente

-Ammm... ¿Como estás?-yo me refería a mi cumpleaños, no a que me preguntes como estoy, idiota.
- ¿se te ofrece algo?-dije ignorando su pregunta.

-No. Bueno si... Emm...- acaso está... ¿Nervioso?-me preguntaba si te gustaría no se, ¿salir conmigo? ¿Ahora? -su pregunta me sorprendió. Yo pensé que en este momento, estaría borracho, en algún bar, tirandose a cualquiera. Pero no, el se encontraba afuera de mi casa.

-Y ¿porque saldría contigo?-dije yo, con la esperanza de que dijera al menos que por mi cumpleaños. El suspiró, y añadió

-Porque bueno, no tengo nada que hacer ahora, y he pasado fuera de tu apartamento, y decidí entrar aquí.-dijo encongiendose de hombros. Eso decepcionó la última esperanza que tenía de que alguien se hubiera acordado del día en el que nací. Ni mi novio se acordó de mi. Miré el suelo, para luego subir la cabeza y encontrarme con esa brillante mirada que me observaba atentamente. No tengo nada que hacer ahora, pensé.

-Está bien.-respondí. El abrió los ojos, sorprendido de que accediera.- y ¿a donde iremos?

-Sorpresa.

-¡Vamos Harry! Necesito saber como vestirme, porque por lo visto, no se si te diste cuenta pero estoy en pijama.

-¿A las 5 de la tarde?-yo solo asentí. Me hice a un lado para que entrara, y le avisé que iría a vestirme. Primero tomé una deliciosa y relajante ducha, para luego tener esa discusión interna, que tenemos todas las chicas. Que me pongo. Luego de 10 minutos escogiendo algo, opté por un vestido negro ajustado, con un escote de corazón. Me llegaba arriba del muslo, y tenía la espalda descubierta. Perfecto. Dejé mi largo cabello castaño en una trenza que caía por mi hombro hacía abajo, para poder lucir mi espalda y el vestido. Me maquillé ligeramente, aplicando un poco de rímel, y delineador de ojos, en la parte de abajo de mis ojos azules, así haciéndolos resaltar. Y por último, pinté mis labios con un lindo tono carmesí. Puse mis lindos tacos, negros, altos, que se amaraban al tobillo, con un taco dorado. Luego de mirarme en el espejo, y sonreír satisfecha por el resultado, me encaminé al salón en busca de Harry. El miraba atentamente un punto exacto de la habitación. Una fotografía mía con un chico alado. Jake. Sintió mi presencia detrás de el, y agregó:

-¿Quien es?

-Mi hermano...-solté con tono de tristeza. Soltó un suspiro, y se dio la vuelta. Me escaneó de arriba hacia abajo, pasándose la lengua por los labios.