7. Cuidando al muerto

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Ya habían pasado 2 días desde que le dieron de alta a Harry. Y lo único que hacía era servirlo. Casi no comía, aunque las veces que comía comía como una chancha, dormía hasta 5 horas, ya que Harry estaba: Eve que esto, Eve que esto otro... No creí que fuera tan difícil. Pero debo servirlo y cuidarlo, es salvó mi vida, y eso es algo que agradeceré eternamente.

-Lyn!-lo oí gritar desde su habitación.

-Voy!-terminé de hacerle una sopa de champiñones, y se la llevé junto con un vaso de jugo.-traje la comida-le sonreí.

-Oh, muero de hambre.-dijo ansioso.-sopa?

-Si, el doctor dijo que debías comer cosas suaves y no muy pesadas.

-Pero si ayer comimos pizza!-protestó.

-No se cocinar! Pero la sopa viene casi echa, así que come ya.-el solo rodó los ojos, y en 3 minutos ya había devorado todo el tazón de sopa.-wow que rápido.

-Oye, quería darte las gracias... Por todo lo que has hecho por mi.-me sonrío.

-No es nada, tu me salvaste la vida, es algo por lo que estaré agradecida eternamente.-respondí. El palmeó su lado izquierdo de la cama, invitándome a acostarme a su lado. Lo pensé un poco, hasta que accedí. Me recosté a su lado, un poco apartada, cuando el se acomodó poniendo su cara un poco mas arriba de mis tetas. Pensé apartarme, pero cuando lo miré, ya estaba en un profundo sueño. Solo suspiré y me dispuse a dormir con el.

En la mañana, me levanté a preparar el desayuno. Sentí un terrible dolor en mi teta izquierda, y luego recordé por que. Harry había dormido encima de mis pechos. Puto.
Preparé unas tostadas con mermelada y un tazón de leche para Harry. Me encaminé a la pieza, y un Harry desnudo tratando de ponerse sus bóxers, saltaba tratando de agarrarse de algo. Automáticamente bajé la mirada, y le di la espalda, ya que tenía la bandeja en las manos. Sentí mis mejillas arder, y fui a la mesita de noche, dejé la bandeja, y fui a abrir la ventana. ¿Desde cuando que hace tanto calor aquí?

-¿Me ayudas? No puedo.-suspiré, y me acerqué a ayudarlo. Lo miré a los ojos, ese verde intenso que me hacía delirar siempre. Sus ojos brillaban, con un toque de diversión en ellos. Esto le divertía, claramente. Agarré el borde de la tela, y le pedí que metiera un pie. El no hizo caso a mi comentario y agregó

-Puedes mirar, no es algo que no hayas visto antes.-idiota. Miré hacia abajo, y le pedí nuevamente que metiera el pie. Con un dificultad lo hizo, y lo ayude a vestirse. Miré detalladamente, su abdomen, cada tatuaje, pero mi favorito siempre sería la mariposa.

-¿Te gusta lo que vez?-dijo con un tono de arrogancia. Mis mejillas tomaban su color, de a poco. Mi nerviosismo era claro.

-Me gusta la mariposa.-respondí firme.

-A mi igual. Es mi favorito.-yo solo sonreí para decirle que desayunara, ya que iríamos al supermercado. Iría yo sola, pero no se que son las cosas que come Harry.
***
Después de pagar los productos, di las gracias y partimos al auto. Una pelirroja nos observaba más adelante. Cuando pasamos a su lado, se detuvo frente a Harry, y dijo

-Hola Harry.-su voz chillona hizo a mis oídos quejarse. Aparte de que enseñaba sus grandes pechos. Era bajita, tetona, pelirroja, y tenia linda sonrisa, pero lastima que una voz tan fea.

-Hola...?

-¡Sofía! ¿No te acuerdas de mi?

-Nop.-habló tranquilo el ruliento.

-En la fiesta de Kate, en el segundo piso... Incluso en el mismo cuarto de Kate.

-Ah...-soltó el. Un momento... La fiesta de Kate... Esa fue la fiesta en la que conocí a Harry! Se acostó con ella, la misma noche que conmigo! Harry notó mi desesperación, y que lo había descubierto. Yo solo salí rápidamente, chocando notablemente, el hombro de Sofía. Ella solo gruñó, y se puso en puntitas y besó a Harry. Descarada!!! Aún más furiosa, salí casi corriendo de ahí. Sabía que era un mujeriego, ¿pero la misma noche que conmigo? No, no voy a tolerar eso. Sentí los sonoros pasos de Harry seguirme por detrás. Cuando llegué al auto, no me molesté en abrirle la puerta, que se las arreglara solo. Me encaminé a mi puerta, lista para entrar, pero una mano se posó en mi muñeca.

Deliciosa Obsesion {Harry Styles}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora