Repentinamente, todo es ligero;
la nieve que creí eterna, la tristeza, el agobio.
Se han marchado de donde estaban,
permitiéndome mover entre todo aquello que creí sempiterno.Puedo ver la luz del día, el sol levantándose a lo lejos,
bostezando cual rayos suyos,
destellando como lo recordaba, vivo.La nieve se derrite, se vuelve agua.
Agua que ayuda a hidratar la sequía de mis crudos pensamientos,
dándoles vida y gozo efímero,
no obstante, me encargaré de hacerlo eterno.La tristeza no se siente; se fue, escabullida.
El agobio ha salido despavorido.
El miedo se ha quedado conmigo, mi hermano fiel, me haré cargo de regularlo.
El alivio se siente de maravilla. Es casi inefable.Las flores de alegría brotan entre el pastizal lleno de vitalidad que ha dejado la nieve.
La nieve no es del todo mala.
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Small Words
PoetryTextos asemejados a la diaria realidad de una joven adolescente 🦋