Etéreo, era la palabra correcta para describir a un cachorro como él. Su belleza era fuera de lo real, ciertamente indescriptible. Sin embargo, era la curiosidad que albergaba en dos hoyos que se asomaban en sus mejillas. Dos hoyuelos que pueden sacudir a cualquier individuo. ¿Quién osaría a posar una desprevenida vista en un angelical ser?
En un poblado no extenso, los rumores se esparcían, nadie era ajeno de que entre ellos habitaba alguien con semejantes características, propias de percibirse exclusivamente en el paraíso. La llegada del cachorro impresionaba a cualquier habitante, no existía día sin una ocasional visita a su hogar. Su entorno estaba maravillado por el pequeño.
El olor a leche causado por la maternidad, solo incrementaba su aura seráfica. Cada sujeto se cuestionaba si habría sido obra de alguno de los dioses en crear una criatura de tal realce.
Un destello de insolencia, afirmar que el niño posee un encanto y una sublimidad afín a los que conforman la nobleza. Y quizás con un poco más de atrevimiento asegurar que sobrepasaba la magnificencia característica de la realeza.
Acostado entre sábanas níveas asoma sus pequeños ojos y como un grito al cielo, empieza a lloriquear y a hipar, la acumulación de gente le hastiaba. No deseaba la atención y el interés que recibía, no si esta cruzaba la línea de disgustarle. Una señora acude a él inmediatamente, lo mece entre sus brazos y trata de acabar con su malestar.
Al momento de lograrlo, retira a todos los que se atrevieron a entrar a su hogar. Nunca se percató del instante exacto en que la multitud observaba con detenimiento su familia. No lo hizo, hasta que las visitas fueron continuas y su incomodidad más consistente.
Una lástima que las personas no supieran apreciar la gracia de la belleza desde lejos como algo inalcanzable, mas siempre buscan acercarse y estropearla.
Removiendo el envase con la punta de la delgada cuchara de plata, se asegura de que esté lista la compota de manzana, fruto que recién había sido cosechado por la temporada de verano después de un periodo difícil por la presencia de plagas de la anterior estación.
Con poca fuerza, toma al pequeño y lo acomoda en su regazo, mientras trata de alimentarlo. Miles de pensamientos albergaban en su mente, se encontraban en una época complicada del año y las pérdidas de las ganancias por las cosechas, se elevaban. No trataba de ser indiferente a la situación a la que se enfrenta, pero estaba recibiendo una sonrisa por parte del menor y era imposible rechazar un gesto como el suyo. Es inigualable presenciarlo, cuando su naricita se contrae y sus iris resplandecen.
Acariciando sus sutiles rizos con una dulce voz, le susurra algunas palabras, las mismas que pronto se convertirían en promesas.
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Eyes Of The Sun ʷᵏ
Fanfiction─── ❝¿Quién osaría a posar una desprevenida vista en un angelical ser? ❞ ⤷ No copias y/o adaptaciones. ⤷ Historia completamente mía. ɞ Obra registrada en Safe Creative: 2101026484220 ७ Portada hecha por @-sungtiny ♡