Prólogo : La segunda Princesa.

3.2K 224 4
                                    

           
      
      "El tercer sol del Imperio que es
     bendecida como descendiente de
    los espíritus en su tercera vida".
     
       

                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


          
         

A las afueras del Imperio obeliano, en una pequeña posada, una mujer de cabellos rosados había dado a luz a una niña antes de perder su último aliento. La persona que la ayudo era una joven de cabellos castaños, quién sonrió con cariño al mismo tiempo que cargaba a la pequeña niña que acababa de nacer. Ella tenía el mismo color de cabello, sin embargo sus ojos que poco a poco se abrían eran tan azules y brillantes como una joya.

Esa niña tenía las mismas joyas que su querida princesa.

Enisha..Ese fue el nombre que la mujer susurro antes de irse y ese sería el que se quedaría con ella.

Para la futura segunda princesa del Imperio Obeliano. 

Lilian beso su frente para ofrecerle comodidad mientras la arropaba y miro por última vez a la mujer que sacrifico su vida por la de su hija. No pudo evitar la tristeza al sentir que esto ya había pasado cuando la madre de la primera princesa hizo lo mismo : Dar hasta su último suspiro con tal de proteger la vida de su hija. Por supuesto que en este caso era diferente ya que esta niña no era solo hija del Emperador, también era una descendiente de la antigua Reina de los espíritus.

Siempre sería protegida de una manera u otra y eso la aliviaba.

La primera princesa ahora tenía dos año por lo que sería como su hermana mayor, solo rezaba para que ambas niñas se amaran incluso si el Emperador no lo hacía, si se tenían una a la otra no habría nada que pudiese lastimarlas. Lilian guardo esa esperanza mientras abordaba el carruaje que la estaba esperando afuera. Tres días después de su llegada al palacio Rubí, el Emperador había sido notificado de la pequeña niña que para sorpresa de Félix y Lilian este lo dejo pasar hasta el día en que se pudiese comprobar su legitimidad como princesa del Imperio, Enisha se quedaría junto a Athanasia, quien era la primera princesa y su hermana mayor por un año.

.

.

.

Para cuando Enisha por fin pudo ver con mayor facilidad observo el lugar en donde se encontraba a pesar de no poder moverse gracias a ese cuerpo tan pequeño e inútil. Era bastante consciente de lo que la rodeaba puesto que tenía una mentalidad de adulta y recuerdos previos. Tuvo que admitir que era mucho peor de lo que imaginaba.

«¿Cuantas veces son ya?»

Intento apretar su diminuto puño pero no lo logro. Era muy pequeña para tener alguna movilidad y se sentía frustrada ya que esta debía ser su tercera vida después de dos reencarnaciones pero ¿Esta sería la ultima vez? Esperaba que sí.

«¡Odio esto! ¿Porque debo recordar todas mis vidas?»

Era un bebe, solo podía llorar para desahogarse y eso no le serviría de nada. No paso mucho rato después cuando una sirvienta apareció con una bebe en brazos, parecía algo disgustada mientras intentaba moverse en los brazos de la mujer. Mirando como dejaban a la bebe en la cuna que estaba junto a ella fruncio levemente el ceño.

«¿Es así como tratan a los bebes aquí? ¿Quién es esa bebe rubia?»

Enisha intento mirarla pase a que le era imposible moverse y de reojo pudo ver que estaba acostada igual que ella. Se veía un poco mayor a si misma, un año como mucho podría ser su edad aproximada.

«¿Es ella acaso mi hermana?»

Justo cuando se debatía la puerta se vuelve abrir dejando a la vista a una mujer de cabello castaño, la otra sirvienta había abandonado la habitación en cuanto esta entro.

Enisha bufo internamente.

—Parece que es hora de que las princesas coman algo. — La mujer hablo con amabilidad y Enisha no pudo evitar sorprenderse. No había escuchado mal ¿Verdad?

«¿Ella dijo Princesa? ¿Esa niña.. Y yo, somos Princesas?»

Estaba desorientada pero fijo sus ojos en esa mujer y algo cálido se instaló en su pecho. Enisha noto un aura cálida y amable sobre ella, en definitiva no era una mala persona. Podría decir que era la única que no las trataba como una molestia.

«Lilian.. Ella fue la que me trajo aquí, puedo recordar vagamente.»

Enisha sentía que ya no tenía una madre en este mundo pero tal parece que si tenía una hermana y una niñera que las cuidaba con cariño. No existía casi nada de este mundo que en realidad conociera, aunque sabía lo que podría pasar una vez que crecieran. Sabía que había un padre ahí afuera que no le importaba lo que pasaba con ellas.

Pero sobretodo intuía que muchas otras cosas las estaban esperando.

.

.

.

Escrito : 07.12.2020

Publicado : 05.02.2021

Princesa Espiritual «P.E»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora