Estados Unidos Gobernantes, la superpotencia infernal

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-Entonces, ¿cómo esta la situación aquí?. Pregunta Kyle.

-Peleándose como siempre, entre ellos y a la vez contra la superpotencia, no se como lo hacen.

-Yo solamente se que ellos se están aprovechando de la debilidad del resto del mundo y de sus mismos habitantes, tienen ya conquistado Canadá, Inglaterra, Japón, Francia, España, México, Guatemala, Belice, Portugal y parte de China.

-Solamente. Menciono algo triste.

-Piensan terminar de conquistar América y continuar tranquilamente con Europa.

-Para encerrar a los que quedan. Continuo.

-No hay escapatoria. Y el completa mi idea.

»Pero ya se lo que pasara, tal ves nos controlen en un principio, pero la inconformidad causará una guerra, millones morirán, pero lo lograran, triunfaran, vivirán felices he independientes, pero luego...«

-Acabará en la misma infinita cadena mortal. Termino la frase en voz alta.

Empieza a anochecer, por lo que me veo forzada a dejarle dormir aquí, pero yo seguiré en la pequeña habitación del sótano, y el dormirá al lado de los pollos.

Amanece con el fresco y asqueroso olor a sangre en la mañana. Cuando salgo del cuarto veo que Kyle esta leyendo mi libreta digital llena de apuntes históricos, científicos, y algunos personales, haciéndome enojar, pero antes de decirle algo, el nota que ya me desperté.

-¿Como sabes tantas cosas?. Me pregunta algo sorprendido.

-Tiempo libre, un arma y un museo lleno de libros viejos, hechos de papel. Respondo mostrándole una pequeña pila de libros.

-¡La verdad que si eres impresionante!. Me dice, obligándome a voltear mi cabeza para que no note mi sonrojo.

-La verdad que si eres un idiota. Contesto naturalmente. Siempre que me enojo con algo me dedico a insultar, solo que esta ves no tengo la necesidad de pensar por qué lo hice.

-Supongo que tienes un lugar a donde ir. Suspiro y el asiente la cabeza.

-Al principio mi plan solo era escapar de E.U.G., pero mientras pasaba por centroamérica escuche rumores de un lugar especial, donde me podría esconder y vivir feliz. Hace una pausa y puedo ver que su único ojo se le ilumina al pensar en lo que va a decir. -Se llama Neotopía, una ciudad subterránea que fue construida en una inmensa isla como último recurso en caso de perder la guerra.

Okey, ahora sí que ha captado mi atención, habla de un posible lugar donde lo que ha de quedar de mi pobre y lamentable familia podría estar.

-Y, ¿tu sabes llegar ahí?. Pregunto intentando sonar desinteresada, pero no creo haberlo logrado.

-No. Responde decepcionado.

-...Inútil.

Fe en la humanidad PERDIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora