El inicio del camino, el fin del encierro

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Inclusive con el carro el viaje es muy largo, sumándole que es de noche, obviamente Kyle se ha quedado dormido.

»¡Bien! Que el duerma tranquilamente, yo bien gracias. Inútil«

Me la paso la noche entera conduciendo y pensando como sera la vida de los habitantes de E.U.G. , y siendo sincera Kyle no me da muchas ilusiones, no me imagino una población entera de inútiles, que horrible.

Después de unas tres horas llegamos a otra ciudad semi abandonada y...

Un momento...

Observo a lo lejos la entrada, esta llena de policías y hay rejas de aluminio que encierran la ciudad.

Ya debió haber llegado un camión.

-HEY, INUTIL.

-Que...¿qué pasa?.

-tenemos un problema. Señalo hacia la entrada.

Lo único bueno es que la carretera está vacía, porque me cruzo hacia una zona de arboles para ocultarnos, atravesando la parte en sentido contrario.

-Vamos a tener que caminar.

-¿Y por qué no vamos con esos policías que están a lo lejos?. Menciona Kyle, señalándolos.

-Pedazo de caca que te metieron en el cerebro.

Caminamos un largo rato hasta llegar a la reja. Decido agarrar una rama y lanzarla a la reja.

Tenemos suerte, no esta electrificada. Caminos a lo largo de la reja hasta que encontramos el lugar perfecto: un árbol cuyas ramas alcanzan el techo de una casa. Pasamos con facilidad, bueno, al parecer a Kyle le gusta mostrar sus poderes como imbécil-man, cayendo del techo de la casa, habiendo una reja de dos metros que podía ocupar como escalera, lo que yo hice.

Solo veo como cae inútilmente a una pila de basura, provocándome chocar mi mano con mi frente.

-Esta bien que seas inútil, pero no tanto. De millones de personas, tenia que elegir a este como compañero, ¿no es así, cerebro?.

-No es que sea inútil, es que tu eres demasiado genial. Mierda, detesto eso, me ha obligado a voltearme otra ves por culpa de mi sonrojo.

Estando a punto de insultarle, escuche el ruido de un par de camiones.

-Sabes correr ¿no es así?.

-Tal ves si sea un poco inútil, pero no soy un bebé.

-Pues eso no demostraste ayer.

Nos ocultamos al ver el primer camión, y se que en cualquier momento llegara el otro, así que es hora de correr.

Lo único bueno es que esta ciudad es pequeña, más de la mitad esta destrozada, por lo que no tenemos muchos obstáculos. Solo hay que evitar soldados. Cuando llegamos al otro lado de la reja nos subimos al techo de una casa.

Justo a tiempo, en pocos minutos llega el segundo camión. Al menos sabe saltar, seguro moría si no lo lograba.

Nos agarramos del techo. Lo bueno es que tengo el cinturón de mi padre, el cuál ocupo para amarrarme, ya que no dormí en toda la maldita noche.

Fe en la humanidad PERDIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora