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El frío aire golpeo su rostro, de nuevo. Despeinando su cabello y haciendo su piel erizarse.

Acomodó por segunda ves en el día sus lentes redondos, buscando con la mirada algo u alguien que lo salvará del horrible bloqueo creativo. Realmente no era él, el problema era no encontrar nada que llamara su atención para poder fotografiarlo y luego no arrepentirse, pero su salvación no llegaba. Ush, como odiaba el invierno, en lo único que le ayudaba era a tal ves tener mejores paisajes, pero faltaba algo, el personaje principal en la foto, no había ningún protagonista, ni siquiera una simple florecita como las que animadamente siempre retrataba para que la gente pudiera apreciar lo lindas que son y el valor que tienen, cuando la gente si le ponía atención a sus fotos, ya que mucha de las personas a las que se las llegaba a enseñar, solo le decían que eran fotografías normales. La gente en serio podía ser muy ignorante a veces.

Suspiro al darse cuenta de que otro de los pasillos de su facultad estaba totalmente vacío, el único sonido que escuchaba era el de su propia respiración. Acomodó sus lentes de nuevo, bajando la cabeza y viendo su camara entre sus manitas, tal vez seguir con el piano no hubiera sido mala Idea, pensó y negó, podía hacer los dos al mismo tiempo, solo necesitaba graduarse.

Pensó un momento y empezó a caminar a la facultad de psicología, ahí las clases empezaban antes que en bellas artes, por lo que lo más probable es que ya hubiera gente.

Salió del edificio y tomo aire, ya que el clima templado era el que más aborrecía. Con su camara entre sus manitas, siguió caminando. Sentía su naricita congelarse igual que sus mejillas, quería solo estar en su casita, acostado en su cama, con unas cinco mantas encima, durmiendo. Pero no, Moon Taeil vive en la desgracia de tener que estudiar para sobrevivir.

Sus pasos cada vez se hacían más pesados, ya que empezaba a hacer más frío y casi llegaba a la facultad de psicología, el lugar era totalmente cerrado, los jardines se encontraban dentro, por lo que eso mismo hacía que el lugar fuera mucho más frío que hasta la facultad de derecho.

Abrió la puerta de cristal lentamente, escuchando un pequeño chillido por lo rígida que se encontraba la puerta contra el frío piso. Asomo su cabeza y sonrío al ver que en el lugar si había algo de gente.

Entro sin miedo, no es como si fuera un delincuente en un asilo de ancianos. Después de toparse con dos chicas y poder fotografearlas. Pidió la indicación para llegar al jardín.

Las chicas hablaban con total suavidad y muy lento, y Taeil había olvidado que estaba en psicología. Cuando al fin le dieron las indicaciones, las chicas se despidieron de el con un movimiento de manos y siguieron su camino.

Taeil salió casi disparado de ahí al estar solo, no sabia que tenía es lugar, pero le parecía siniestro y le ponía los pelos de punta.

Su mente dijo Wow, al estar frente al jardín, estaba separado en sectores, donde varias veces había árboles creciendo, arbustos con flores y algunas en los árboles. Sentía su juvenil corazón palpitar más fuerte, y obviamente iba a ser así, encontrar este lugar era muy emocionante para el.

Sus pies siguieron caminando y empezó a recorrer todo el gran espacio, dándose cuenta de que cada ves más, la gente se empezaba a ir. Se sentó en una de las bancas, sintiendo su trasero congelarse. Con esfuerzo logro sobarle importancia y empezó a ver las fotos que animadamente había tomado hace algunos minutos.

Taeil no era de decir que sus fotos eran las mejores, pero, realmente estas fotos merecían ser aclamadas por Obama. Sonrió divertido por sus ocurrencias, dejando la cámara en sus piernas, para luego ver al cielo. Se topó con las nubes grises, no llovería, solo eran nubes de invierno.

Esbozo una sonrisa sin razón alguna, solo se encontraba feliz.

Su curiosa mirada empezó a pasear de nuevo por el lugar, parando en el gran árbol que estaba cerca del centro del jardín. Su mirada descendió hasta el tronco, el cuál observó lentamente, apreciando las marcas naturales que tenía la dura corteza.

Sus ojos se quedaron estancados al encontrar una cabellera, castaña oscura, recargada en el tronco. Los mechones de cabello eran algo largos y rizados, eso le parecía hermoso. Sus ojos bajaron más, encontrándose con el portador de tremendo luck.

Tenía un rostro un tanto delgado, unos ojos grandes, pero el pudo notarlos cansados. Tenía una boquita pequeña, pero sus labios eran algo gruesos. Entre sus venosas manos, se encontraba un libro, el cuál tenía toda atención.

Taeil estaba más que fascinado con el guapo chico que estaba metros lejos de el sin saber de su simple existencia.

Necesito fotografiarlo, pensó y se levantó de su frío asiento, decidido a pedir permiso de tener su rostro en su camara. Acomodó por cuarta vez sus lentes y sus pies lo empezaron a guiar hacía el chico lindo que se encontraba leyendo bajo ese árbol.

Unos cuantos minutos después, estaba ahí, frente a él, sonriendo grande hacía el chico, el cuál ni siquiera parecía querer prestarle atención.

- Hola, Soy Moon Taeil, estudio fotografía - Empezó a hablar, presentándose. - . Vine aquí a buscar a quien fotografiar. Te... Te vi aquí hace unos minutos, y me gustaría poder hacer mi próxima sesión de fotos contigo. Podría ser aquí. Me pareces muy lindo y creó que todos merecemos ser apreciados. - Taeil sonrió al terminar de hablar, jugando con su camara entre sus manitas. El lindo chico dejo su libro y lo vió, parpadeando varias veces, antes de hablar el de nuevo. - ¿Te gustaría?

- No. - Respondió seco. Aquel chico. - Soy YuTa, estudio psicología y no me interesa. - Habló duramente mientras se levantaba y tomaba sus cosas. Viendo a Taeil directo a los ojos. - Espero no verte de nuevo. - Y se dio vuelta, empezando a caminar para entrar al edificio de nuevo.

Taeil lo siguió con la mirada, viendo a detalle su cuerpo moviéndose mientras el tal YuTa caminaba, alejándose. El lindo como había decidido llamarlo, era considerablemente más alto que el, y eso le gustaba.

Pero tenía muchas cosas en mente, ¿Por que había reaccionado de esa forma? ¿Había dicho algo ofensivo? Tal ves había sido demasiado directo, supuso que era eso y simplemente se quedo parado allí. Olvidando el frío, olvidando las clases, olvidando a su pesado padre, olvidando hasta porque estaba en ese lugar.

Ya que su mente solo repetía lo mismo una y otra vez:

Yo, Moon Taeil, le tomaré fotos a El chico lindo, sin importar qué.


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1121 palabras.

Este Ship es lo máximo y yo vengo con esta historia.

Espero disfruten. ✉

❛ F̺͆o̺͆t̺͆o̺͆g̺͆r̺͆a̺͆f̺͆i̺͆́a̺͆ ㄧ ʸᵘⁱˡ ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora