bitch ❧ taekook

✧parte única

—¿Te crees gracioso, pequeña puta?—dijo Taehyung completamente enojado.

Y a Jungkook le encantaba verlo enojado.

No, no le importaba que alguien pase por ese lugar y los escuche, ya todos sabían lo puta que era Jungkook, así que no se impresionaban si escuchaban gemidos hasta en un bote de basura. Su reputación era una de las cosas más importantes para él, y no dejaría que se arruine solo por haber sido rechazado por alguien como Kim.

—Hablarme así frente a mis amigos...

—L-Lo siento—dijo Jungkook fingiendo inocencia.

—¿Lo sientes?—Taehyung hizo más presión sobre sus muñecas, las cuales estaban a sus costados y sus cuerpos pegados.

—Y-Yo solo quería llamar la atención de mi Tae.

—¿"Tu Tae"?—se acercó a su oído—. Nunca seré tuyo, bebé, en cambio tú serás mío hasta que yo me canse y me deshaga de tu cuerpo usado—murmuró mordiendo el lóbulo de su oreja.

Sus palabras solo hicieron que la calentura de Jungkook crezca.

—Quiero ser tuyo...—fingió un gemido.

Taehyung estaba decidido a castigarlo por ser tan provocador. Y peor, llamarlo "papi" frente a sus amigos.

—¿Quieres un pequeño castigo?—murmuró acercándose a su mejilla.

Kook fijó su mirada en la de Taehyung, removió sus muñecas y luego de ser soltado, pasó sus brazos por detrás de la nuca del rubio.

—Violame, papi—murmuró y Taehyung sonrió, las ocurrencias de su pequeña perra eran únicas.

—No sabes cuánto lo deseo.

Agarró fuertemente su cintura, y el pelinegro se exaltó. Tenía que correr, así no era el juego.

—¿Creíste que te iba a dejar escapar? ¿Cuándo ya te tengo a mi merced? No, cariño, así no es como funciona.

Jungkook cerró los ojos, al mismo tiempo que su mayor se dirigía a su cuello, lamiendo y chupando su sensible piel.

—¿No sabes cómo es el juego, bebé?

—S-Sí—respondió, y comenzó a removerse de su lugar, tratando de zafarse del agarre del mayor.

Taehyung se estaba aburriendo. No quería que se mueva, quería que grite, que pida por ayuda.

Con fuerza, agarra el cabello del menor y lo tira hacia atrás. Quejas salieron de los labios del pelinegro, pero fueron reemplazados por jadeos, al sentir la intromisión de su mano sobre su erección, moviendola arriba y abajo.

—Grita, bebé—pidió Taehyung, deleitándose con los gemidos de su pequeño.

—Ah... Tae, ¡Taehyung! P-Para, por favor—dijo de una forma muy torpe.

Taehyung río:—Quítate la ropa, zorrita—ordenó, acercándose nuevamente a su oído—. Y no se te ocurra correr, porque te castigaré tan fuerte que desearas no haberme conocido—susurró, y Jungkook sintió ganas de que lo coja en ese mismo momento.

Taehyung se alejó. Él, cabizbajo, chocó con la pared. Unos pocos metros los separaban, por lo que podía sentirlo comerlo con la mirada cuando deslizó sus pantalones por sus piernas, mostrando algunos moretones en sus rodillas.

Acelerado y completamente exitado, el rubio se acerca a él, golpeando su espalda contra la pared. Otro quejido siendo reemplazado por sus gloriosos gemidos, pero no fue hasta sentir como se elevaba y rodeaba la cintura del mayor, que supo que el juego recién comenzaba.