15

299 36 15
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



—¿ES QUÉ ES ESTA PUTA CASA NO HAY SILENCIO?

Sicheng contrajo su cuerpo, en acto de terror.
Miró a la que no era su madre, una impostora, la que había suplantado a su querida madre.

Cerró los ojos cuando sintió la mesa ser levantada, dejando que cayera en aquel sucio suelo.

—¿EH?, ¿DIME, PORQUE NUNCA TE CALLAS?

El pequeño ni siquiera hacia ruido al comer, pero sabía que su padre escuchaba voces, la suya concretamente.
Asustado, retrocedió, con miedo a que le agrediera de nuevo.

La muchacha, impasible, se sentó con tranquilidad en el roido sofá mientras esperaba que hiciera lo suyo con aquel horrible niño.

—Y-Yo papá, tranqui-

—HE DICHO QUE TE CALLES. — Sicheng tomó su mejilla, ahora roja por el gran golpe que le había propinado el chico.

Nunca chilló o se quejó, pero aquel golpe le dolió hasta el alma, corrió, corrió como nunca, atrancando la puerta de su habitación, para poder recoger las cosas que podía, como un par de prendas, su móvil, un poco de dinero, y otras cosas esenciales.

La puerta fue azotada con fuerza, con la voz de aquel hombre que no se merecía su nombre, mientras repetía: ABRE LA PUERTA JODIDO NIÑO TUVE QUÉ MATARTE ANTES.

Sicheng no lo pensó, simplemente saltó por la ventana, logrando caer en la rama de un árbol.
Suspiro, comenzando a correr calle abajo.

. . 𖥧 𖥧 𖧧 ˒˒ . .


Winwin nunca lo pensó, pero mierda vivía bastante lejos del pequeño tailandes, llevaba... ¿Tal vez dos horas caminando?
Su casa se encontraba lejos, ya que vivía en un sitio con mucho campo, nunca lo meditó porque Chitta lo recogía para ir a todos los lados.

Se echó en el suelo, al menos había llegado a una ciudad.
Tenía frío, hambre, de todo.
Le sobraba dinero suficiente para comer, pero no quería arriesgarse.

Se levantó, tomando de nuevo su camino, eran las dos de la mañana, ¿Quién iba a estar a esa hora por estas calles?
Sicheng deberías aprender a callarte.

—¿Dong Sicheng?

. . 𖥧 𖥧 𖧧 ˒˒ . .

—Dime, ¿Te sientes mejor?

El menor asintió, mientras se enrrollaba la manta por todo su cuerpo, abultando sus labios.

—Okey..., a ver, ¿Tienes hambre?

—U-Un poco.

Doyoung sonrió, acariciando su cabeza con tranquilidad, se acercó a la cocina, sacando un poco de sopa e introduciendolo en el microondas.
Una vez listo, tomó cuchara y un poco de jugo, para así entregárselo al pequeño.

—Si tienes más hambre avísame.

Sonrió un poco, comenzando a comer lentamente.

—Doyoung que hace-, oh dios ¿Sicheng? — El mencionado giro la cabeza, encontrándose un chico de su edad, ¿Me conoce?, pensó.

—¿Q-Quién eres?

—Te conozco por Chittaphon... ¿Que haces aquí?

—Lo encontré en la calle, Yuta.

—OH... — Se acerco a él con cuidado, abrazandolo con calidez, el chino, un poco cohibido, se dejó hacer. —¿Que te ocurrió?

—M-Mi padre se volvió loco y... Y yo escapé, tenía mucho miedo... No quería que me pegase de nuevo. — Dejó reposar su cabeza contra el pecho de yuta, mientras este y su hermano se miraban con tristeza.

—Sicheng, se que no nos conoces, pero somos amigos de Chitta, ¿quieres que le avisemos?

Asintió, necesitaba del calor de su mejor amigo.
Doyoung, con rapidez, llamó a chitaphon, el cual respondió con un insulto.

—Sicheng está aquí.

El tailandes colgó, y en menos de diez minutos estaba ahí.

—WINWIN. — El nombrado se separó de yuta, regalándole una sonrisa, para luego abrazar al bajito.

—Pasó de nuevo... Tuve suerte de que el me encontrara... — Señaló a doyoung.

—Lo voy a matar, estoy harto, que este enfermo no da la justificación.

—T-Tuve mucho miedo... — Volvió a caer en llando, pero esta vez con más tristeza, haciendo que los demás se sintieran mal.

—Ya pasó.


Os lo dije, la parte de Chenle era muy diver.

Phone   ، Johndo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora