Parte 2

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Al día siguiente decide dar un paseo por el arroyo y subir la montaña. Se sorprende al encontrar un grupo de jóvenes discípulos alfa que aparentemente disfrutan de un raro momento de inactividad. El viento sopla en su dirección para que no lo huelan, lo que le da la oportunidad de observarlos por un momento desde detrás de un arbusto. Están disparando con arcos, compitiendo para ver quién puede hacer un mejor truco - dar en el blanco desde una distancia mayor o disparar más flechas en un cierto límite de tiempo o incluso con los ojos cerrados.

Cuando sale de su escondite, finalmente lo huelen y se dan la vuelta. Todos parecen asustados y sin palabras.

Wei Wuxian les sonríe brillantemente. "Tienen una pequeña y divertida competición aquí. ¿Puedo pedir prestado un arco y participar?"

Uno de ellos abre la boca, probablemente para recordarle a Wei Wuxian que a los omegas no se les permite empuñar armas, incluyendo arcos, pero su amigo, que está a su lado, lo toma del brazo en señal de advertencia. Da un paso adelante y se inclina. "Joven Lord Wei", saluda y el grupo cruje como hojas en el viento al darse cuenta de quién es. Sin embargo, todos se aferran a sus arcos.

"Oh, vamos. De donde yo vengo las reglas no son tan estrictas. Disparaba un arco cuando tú aún no habías nacido". Mientras habla, sus ojos se posan en un arco apoyado en un árbol y un carcaj que está en el suelo junto a él.

"Oh, mira, solo voy a tomar prestado este si ninguno de ustedes quiere compartirlo".

Escucha un jadeo colectivo, mientras sus dedos se enrollan en el mango. Es un hermoso arco, exquisitamente hecho.

"Joven Lord Wei, no debería..." antes de que el mismo chico de cara dulce que ha hablado antes pueda terminar su frase, Wei Wuxian alcanza el carcaj y desde su posición de agachado dispara cinco flechas en rápida sucesión. Todas dan en el blanco. Lo miran en silencio hasta que uno de ellos empieza a aplaudir. Los otros se unen rápidamente. Wei Wuxian se levanta sosteniendo el carcaj y hace una reverencia, sonriendo.

"Gracias, pero no fue nada", dice con una sonrisa. "Intentemos algo más divertido. Tú..." señala al más valiente. "¿Puedes hacer que el objetivo vuele?"

Los ojos del chico se agrandan pero asiente.

Wei Wuxian pone el carcaj en la espalda y asiente al chico. Las chispas azules giran alrededor de los dedos del alfa y uno de los objetivos más pequeños se dispara hacia el cielo. Wei Wuxian saca una flecha, la coloca y tira de la cuerda. Alcanza el objetivo dos veces antes de que caiga al suelo. Los alfas que estaban aguantando la respiración estallaron en gritos de júbilo.

"En Yunmeng disparamos a las cometas. Deberían probarlo", dice, sin darse cuenta de que los vítores se han detenido abruptamente.

"Hanguang-Jun", dicen los discípulos casi al unísono. El corazón de Wei Wuxian da un vuelco, pero sonríe cuando se vuelve hacia el alfa.

"¡Lan Zhan! ¿Estás aquí para participar en nuestra pequeña competencia?"

Los jóvenes parecen horrorizados por sus palabras pero se quedan sin habla. Lan Wangji también permanece en silencio. Camina lentamente hacia Wei Wuxian. Ahora es el momento en que me reprende, piensa Wei Wuxian esperanzado.

Cuando el alfa se acerca lo suficiente, agarra en silencio la correa que sujeta el carcaj a la espalda de Wei Wuxian. Wei Wuxian se encoge de hombros obedientemente. Sus ojos se abren de par en par cuando Lan Wangji la tira por encima de su propio hombro y agarra el arco de la mano de Wei Wuxian.

Se deshace rápidamente de la sorpresa y le da al alfa una sonrisa deslumbrante.

"Gracias por prestarme tu arco, Hanguang-Jun. Es un buen arco. Creo que hice el mejor truco, pero tal vez puedas vencerme".

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