uno.

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La siguiente historia no me pertenece, es una adaptación de la historia original de Junchi95 todos los créditos correspondientes a ella.



         Moa movía sus manos con nervios, se mordía el labio con insistencia y sentía su corazón acelerarse.

       Alzó su vista y buscó a Suzuka, la vió del otro lado de la ventana de aquel café, la pelinegra alzó sus pulgares para preguntarle si estaba todo bien, con lo que Moa negó ligeramente, Suzuka rodó los ojos y sonrió ampliamente, tocando sus mejillas, indicándole a la castaña que hiciera lo mismo.

         Moa sonrió de forma forzada y Suzuka hizo una expresión de "Está excelente" mientras hacía un gesto de "Ok" con su mano.

         Moa pensó que estaba haciendo el ridículo y rió con honestidad.

         Ese día tenía una cita, después de cagarla ya cuatro veces en los últimos meses, Suzuka le había dicho que se tome un tiempo y volviera a intentarlo de nuevo.

         Así que era la primera cita que tenía en semanas.

         Y su cita estaba llegando tarde.

         Suzuka señaló hacia la puerta, haciendo gestos raros, para indicarle que ya venía, de inmediato, Moa volvió a ponerse totalmente roja y sintió que el aire le faltaba, al mismo tiempo que la puerta se abría y entraba, la chica le dedicaba una sonrisa vergonzosa, la mirada de Moa no pudo evitar ir hacia sus piernas, expuestas por la minifalda que llevaba, sus tacones sonaron cuando se fue acercando a la mesa.

         —  Disculpa mucho la tardanza. —La chica hizo una reverencia —. Tuve un problema con mi gata.

         — Oh no llevo mucho tiempo aquí tampoco, no hay problema. —dijo Moa con su mejor sonrisa — ¿Qué le pasó a tu gatita?

         Con eso dió comienzo a una charla amena y que iba muy bien, Suzuka las veía hablar, sonreír reír por los chistes tontos y suspiró de alivio, con una mano en el corazón, creía que finalmente Moa estaba consiguiendo algo con alguien más, por más que le dolía dejarla ir, ella lo merecía, por eso la estaba ayudando en todo eso.

         Habrán sido dos minutos en los cuales no la vio y la dejó para que siga sóla, y no sabe qué podría haber hecho para cagarla tan rápido pero tal como entró, la chica salió del lugar.

         Al verla se volteó de nuevo hacia Moa, abrió sus brazos hacia ella.

         — ¿Qué verga, Kikuchi?

         Moa asintió avergonzada, pagó y salió rápidamente de allí de nuevo, yendo hacia Suzuka con un mohín.

         — Hablé de ti. —Murmuró.

         Suzuka suspiró de forma pesada, y rodó los ojos.

         — ¡Moa! ¿Otra vez? ¿Qué te digo siempre?

         — Que no se mencionan a los ex en las citas con alguien nuevo.

         — Nunca, Moa, nunca.

         Moa asintió.

         — Venga, pasamos por el parque para tu algodón de azúcar de consolación y a casa.

         Moa sonrió.

         Suzuka pasó un brazo sobre sus hombros y comenzaron a caminar a la par en silencio cómodo, hasta el parque, donde pararon por su algodón de azúcar y continuaron el último tramo con una Moa comiendo una "porquería azucarada" según Suzuka.

         Tirada en el sillón de la sala, mirando el techo, Moa volvió a preguntar lo mismo que las otras veces.

         — ¿Y si no estoy hecha para el amor?

         — Moa, a mí me amaste bien, y nos fue muy bien, ¿Por qué no podrías hacerlo de nuevo?

         — Porque no eres tú, ¿Quizás?

         Suzuka rodó los ojos, y siguió comiendo del cereal con yogurt que se había preparado durante la depresión de su exnovia.

         — ¿Su, quieres volver conmigo?

         Suzuka en verdad quería.

         — No, Moa. —respondió automáticamente y con desinterés —. Busca a alguien más, hay mucha gente dispuesta a estar con una chica tan bonita y maravillosa como tú.

         Moa sonrió con mera vergüenza.

         Ella siempre le preguntaba a Suzuka si quería volver, pero la mayor siempre respondía que no, y por más que sabía el por qué, le dolía igual.

Ghost of you. sumoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora