nueve.

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         — ¡Feliz cumpleaños, Moa-chan~!

        La casa se llenó de aplausos y victores, Moa sonrió complacida, mientras Kano lanzaba confeti sobre ella, Momoko sacaba fotos y Riho gritaba por intoxicar su pastel perfecto con papeles de colores inmundos, Yui reía por tanto caos y tanto griterío, a pesar que eran ellas cuatro de invitadas, cinco con Moa.

         Seis con Suzuka.

         — Moa, tengo tu primer regalo. —Murmuró Yui cerca de su oído, se apartó para ver su rostro y sonreírle de forma encantadora a la castaña más baja, quien la miró con ojos expectantes.

         La chica sólo tomó sus mejillas y unió sus labios.

         Kano gritó como colegiala, Momoko alzó las cejas mientras sacaba fotos de eso también, y Riho comenzó a decir que dejara a la chica en paz, que era momento de comer pastel y no de comerse la boca.

         Suzuka bajó la vista y la mantuvo en sus pies hasta que supo que el beso había acabado, lo primero que hizo Moa fue mirar hacia ella, con temor de que Suzuka estuviera herida por aquello.

         La pelinegra negó, sonrió de forma honesta.

         — Es la indicada. —dijo, y Moa pudo escucharla perfectamente a pesar de que estaba al otro lado de la cocina.

         Pasaron unos minutos luego del festejo de la canción de cumpleaños, en donde las cuatro se sentaron a esperar en los sillones de la sala a que Moa terminara de cortar el pastel.

         — ¿Alguna habló con Saya? —Preguntó Momoko, con lo que las otras negaron.

         — No volví a hablar con ella desde lo de Suzuka. —dijo Kano, directamente.

         — Shhh. —La cayó Riho —. Moa se la está pasando muy bien y ahora tenemos a Yui para distraerla, no arruinen esta noche. —Palmeó el muslo de Yui, se sorprendió de lo duro que estaba — ¿Cuánto ejercitas? —Preguntó.

         Yui se había quedado con lo anterior, así que frunció el ceño, algo ofendida por ser considerada una "distracción", no sentía ser eso.

         — ¿Qué?

         — Oh, no, no. —Kano negó, agitando su mano— . No te lo tomes personal. —Añadió, sonriendo —. Es que ... Moa ha estado muy mal al respecto y como no estarlo... Después de un año, pero, al menos te tiene a ti ahora, no sé que sean, pero hacen una linda pareja, le hace bien tener a alguien así.

         Yui se detuvo unos segundos a pensar pero terminó negando.

         — La verdad, no estoy entendiendo, ¿Quién es Suzuka? ¿Qué pasó?

         Escucharon un plato caer y se volvieron con miedo hacia Moa, sabiendo que había escuchado.

         La castaña levantó el plato con las manos temblorosas, rió de forma nerviosa y dijo un "Está bien, no pasó nada, no se rompió", antes de limpiarlo un poco y dejarlo en la mesa para acomodar una porción de pastel sobre este.

         Sintió a Suzuka abrazarla por la espalda y se obligó a respirar mientras unas lágrimas amenazaban con caer, la pelinegra ajustó el abrazo, haciendo que Moa se tranquilizara un poco más.

         — ¿Moa? —Alzó la vista hacia Yui, quien estaba a un metro de ella, con expresión preocupada —. Lo siento, ¿Estás bien?

         Moa asintió sin más.

         — Suzuka es mí exnovia. —dijo, hablando para Yui pero sin mirarla directamente —. Hace un año,  vivíamos en un edificio de departamentos, era mi cumpleaños, y estaba Saya, quien en algún momento fue mi amiga pero estábamos muy alejadas para entonces... Mi cumpleaños fue una excusa para que no se encerrara en lo de sus padres por una noche.

         >> Ella tiene una depresión muy severa, y estaba en un mal día, así que la estábamos ignorando y en un momento de la fiesta, desapareció, había ido hasta la azotea, en el último piso, eran un total de diez, planeando lo que crees que estaba planeando.

         >> Suzuka fue la primera en darse cuenta y fue corriendo desde nuestro piso, el seis, hasta la azotea, llegó apenas segundos antes que yo, había ido por el ascensor.

         >> Saya había querido tirarse, Suzuka la salvó, pero terminó cayendo ella... Y cuando llegué fue solo para ver lo peor.

         Su voz estaba dura y sus mejillas estaban empapadas, en la sala, Riho, Momoko y Kano discutían en lo bajo que deberían haberle contado a Yui antes de venir para evitarle un mal momento a Moa, y que eran unas estúpidas.

         Yui tomó un par de servilletas y se acercó a Moa con delicadeza, limpió sus lágrimas con suavidad, mientras se posaba en su brazo y dejaba leves caricias.

         — Moa, lo siento muchísimo. —dijo, haciendo que Moa llorara un poco más con esas disculpas, que venían siempre que salía el tema —. Estoy segura que Suzuka te ama, donde sea que esté, y te cuida con todo el corazón, tienes un ángel para ti ahora, estás más que bien y protegida. —Acarició sus mejillas y Moa sonrió mínimamente.

         Yui dejó un beso en su frente.

         — Tienes a muchos que pueden acompañarte si te siente sóla, ¿Lo sabes, no? —Moa asintió —. Bien, que no se te olvide, ahora me tienes a mí también. —La abrazó y Moa se dejó esconder en su pecho, abrazando su cintura.

         Suzuka sonrió y se sintió un poco mal por dentro, pero estaba feliz de que su Moa, pudiera ser feliz con alguien, alguien que estaba viva y podía vivir con ella.

         Se acercó en silencio, colocando una mano en el hombro de Yui, haciendo que una escalofrío le recorriera.

        — Le rompes el corazón y te atormentaré el resto de tu vida. —susurró en su oído, y los ojos de Yui se abrieron ampliamente.

Ghost of you. sumoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora