BaekHyun seguía acostado, comía despacio el chocolate que le había traído su esposo, el dulce se disolvía con suavidad dentro de su boca, al igual que lo hacían las palabras de ChanYeol dentro de su corazón. El alto sostuvo con más fuerza su mano y continúo con su relato.
Cuando fuiste por primera vez a mi casa, fue a las pocas semanas de haberte conocido. Recuerdo la sensación de nervios recorriendo todo mi cuerpo cuando te detuve antes de llagar a tu calle. Esa era nuestra rutina, siempre regresábamos juntos de la escuela, e incluso algunas veces por la mañana corríamos para llegar temprano.
—B-Ba-BaekHyunnie — casi todas las conversaciones que recuerdo que tuvimos cuando a penas nos conocimos, yo siempre estaba tartamudeando. En sea momento tu ibas parloteando acerca de un nuevo programa de televisión que comenzaste a ver hace unos días y lo ansioso que estabas de verlo por la tarde. Cuando me escuchaste pronunciar tu nombre de esa manera, te detuviste
—¿Uh? ¿Te estoy aburriendo? ¡Lo siento! Nunca pongo atención para ver si no he aburrido — tu nunca me aburres, es lo quise haber dicho.
—¡No! Y-yo quería preguntarte ¿Quieres v-venir a mi casa? — antes de que pudieras decir algo, agregué — solo si puedes
—¡Me encantaría! Solo hay que pasar a mi casa para avisarle a mi mamá
Y eso hicimos, fuimos a tu casa, me dejaste en la entrada mientras tú entrabas corriendo, solo fueron unos minutos, cuando saliste ya no llevabas tu mochila y en tu rostro había una gran sonrisa.
Ese fue el primer momento en que tomaste mi mano, se sentía tan cálida y rasposa de tanto jugar. Mi mano comenzó a sudar, mi rostro se sonrojó tanto y no sabía porque. Mi hermana y mi mamá siempre me había sostenido, pero nunca me había sentido así.
Cuando llegamos, no podía sacar mi llave de mi mochila, mi mano temblaba tanto. Así que toqué el timbre rápidamente. Todavía recuerdo la cara de enojo de Yoo-ra, traía puesta una mascarilla verde en el rostro y me reclamó por no usar mis tontas llaves, pero al verte, formó una sonrisa incómoda.
—Oh, no me avisaste que alguien iba a venir, hermanito — me dijo sarcástica — soy Park Yoo-ra, la hermana mayor de este gordito — está de más mencionar que me volví a sonrojar
—Soy Byun BaekHyun, amigo de la escuela de ChanYeol — te presentaste con esa sonrisa confiada de siempre
Sin decirle otra palabra a mi hermana, que por ese tiempo estaba pasando muy fuertemente por la adolescencia, te arrastré dentro de la casa hasta la cocina, en donde se encontraba mi mamá cocinando, era muy raro que mis padres estuvieran en casa, pues siempre estaban en su restaurante, así que en cuanto me dijeron que ese día iban a estar con nosotros, supe que debía armarme de valor para invitarte.
Mi madre nos recibió con una sonrisa cálida, estaba cortando algunas verduras, por lo que dejó el cuchillo a un lado antes de limpiar sus manos en su delantal. Se aproximó a mi para dejar un suave beso en mi frente.
—Hola, cariño — se giró hacia ti e inmediatamente hiciste una reverencia — Soy la mamá de ChanYeol, SunHee, cualquier cosas que necesites, puedes decirme
—Muchas gracias, señora Park, tiene una casa muy bonita — tan adulador como siempre, desde ese instante supe que te habías ganado a mi madre
—Muchas gracias, cielo. Pueden subir a jugar un rato, yo les hablo cuando la comida esté lista
—Gracias, mamá — volví a tomar tu mano para guiarte a mi cuarto
Mi habitación en ese tiempo estaba muy desordenada, las paredes eran de un azul cielo y había algunos cuantos posters de anime pegados en la pared. El día anterior me había encargado de recoger toda la ropa que había tirada por todas partes, por lo que ahora solo había unos cuantos mangas esparcidos por todo el cuarto.
—Woah, tienes casi todos los mangas de One Pice
—En realidad, me faltan algunos, pero mi papá me los va a comprar si saco buenas calificaciones. Ven
Te hice unas señas para que te vinieras a donde estaba la jaula de mi hurón. En cuanto lo tuviste entre tus brazos, ya no lo querías soltar. En ese momento me costaba aceptar que te veías bastante tierno sosteniéndolo.
Jugamos un rato con el hurón, cuando mi mamá nos habló para bajar a comer, pensé que ibas a llorar de tristeza por tener que devolver al hurón a la jaula. Durante la comida, todos estuvimos charlando, mi mamá y mi papá (que acaba de llegar de hacer las compras) definitivamente te adoraron desde ese momento. YooRa, ya con la cara limpia de cualquier producto, se portó muy amable, incluso hizo algunas bromas contigo.
Mi mamá trajo helado para el postre, ahí descubrí tu gusto por las fresas, pues atacaste el helado de ese sabor, manchando un poco tus mejillas con este. Te pasé una servilleta y señalé las zonas manchadas. Tu cara se tornó de un rosa suave, sin embargo tu nariz se puso roja y una pequeña sonrisa de disculpa de formó en tu rostro. Susurraste un pequeño gracias, mi hermana mencionó que no debías sentirte avergonzado, pues eso significaba que te gustaba mucho el helado.
Ya te había visto sonrosado en clase de deportes, pero ahora era diferente, ninguno de los dos estaba sudando y yo no trataba de mantener una respiración constante para seguir con la clase, No, está vez era por mucho diferente, mi corazón se calentó y agitó por un momento y no sabía porque, lo único que sabía era que tú te veías mucho más lindo que yo. Nunca había usado la palabras lindo en un hombre antes de tu llegarás a mi vida, asociaba a los chicos con las palabras guapo o cool, no lindo, así que me sorprendí mucho cuando usé ese adjetivo tan naturalmente en ti, pero deje pasar eso, para seguir concentrado comiendo mi helado.
Después de jugar con la consola y con mi hurón un par de horas más, mamá dijo que ya estaba empezando a anochecer y que ya debías regresar a tu casa, por lo que insistió en que debía irte a dejarte hasta tu puerta, así que lo hice, mientras caminábamos a paso lento hablamos un poco, más bien, tu hablaste de lo genial que había sido estar conmigo ese día y que en cuanto llegarás a tu casa, pedirías permiso para que yo fuera. Lo que no sabías es que tendría que pasar un año para que yo fuera a conocer a tu familia.
Ese día fue mágico, ya había invitado a algunos amigos a mi casa antes, pero nunca me había preocupado tanto de que a mis padres les agradara. Así que en cuanto estuve de regreso en mi hogar, fui a la sala, en donde se encontraban mis papás y me senté en silencio junto a ellos para ver la película que estaba en la televisión en ese momento.
—BaekHyun es buen chico, me agradó bastante — comentó mi papá
—Es una cosita muy adorable y parlanchina, deberías volver a invitarlo a cenar — dijo mi madre
Dejé salir un gran suspiro y un gran peso invisible que no sabía que cargaba, fue liberado de mi hombros. Me deje recostar en el sofá pensando en la calidez de tu mano contra la mía, y en cuanto ya quería crecer para que mis manos fueran más grandes y pudiera sostener la tuya con mayor comodidad y fuerza.
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Cuando te conocí y te amé
FanficCon BaekHyun postrado en la cama de un hospital, con los días contados, su esposo ChanYeol se dispone a recordarle todos los momentos por los que han pasado y como su amor ha triunfado a pesar de todo.