(Capitulo II)Turnos duros

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Pasó un tiempo desde aquel acontecimiento, ya nada era como antes. El capítulo anterior se sitúo en el mundo de los faeries pero...¿Y el de los humanos?

—Abulancia 61, chequeo de bienestar en la calle 1812 de Sao Pablo sur—sonó una voz en la estación, dos jóvenes se levantaron de sus sillas dejando su almuerzo a medias y corriendo hacia la ambulancia una de ellas habló.

—¿Chequeo de bienestar?—se preguntó a si misma, su compañera suspiró.

—Son los que más odio, cuando llegas ya están muertos y para colmo CALLE 13—enfatizó con una sonrisa, la otra chica rió y llegaron a la ambulancia y tomaron partido al lugar donde las auxiliaron. Al llegar a una casa de ladrillos tocaron la puerta.

—¡Paramédicos!—exclamaron las dos al mismo tiempo,un hombre de aproximadamente veintiséis años abrió la entrada.

—¿Llamaron a los paramédicos?—preguntó una de las jóvenes, el hombre asintió y las dejó entrar a la casa.

—E-es mi e-esposa, veintisiete años, dice q-que se mareó, t-tiene ocho m-meses de e-embarazo—explicó nervioso, las dos asintieron y vieron a una señora que supusieron que era la esposa.

—¿Cómo se llama?—interrogó una mientras la otra sacaba el equipo del bolso.

—Bárbara—respondió mareada, le tomaron la presión.

—¿El mareo fue repentino o...?—no terminó de formular la pregunta ya que la embarazada la interrumpió.

—Oiga, estoy bien, tengo ocho meses y...—paró de hablar y miró para todos lados como si viera luces moviéndose.

—Bárbara,¿sabe dónde está?—preguntó una.

—Tiene la presión muy alta—informó una de ellas,la embarazada empezó a temblar sin control demasiado rápido, la bajaron de la silla donde estaba sentada, le administraron una sustancia intravenosa y la señora dejó de convulsionar, la colocaron en una camilla y la llevaron al hospital.

Cuando se aseguraron de que la atendieran las dos volvieron a la estación en la ambulancia, dos bomberos estaban en la entrada.

Bajaron y una de ellas estaba empapada de vomito por lo cual todos lo presentes rieron.

—No es gracioso—dijo con una mueca.

—Edlynne, cariño,claro que lo es—aseguró su compañera con tono risueño.

—¿Sabes?, me voy a dar una ducha,para que se dejen de burlar—avisó la susodicha yéndose.

Con respecto a lo del vomito, Edlynne iba en la parte de atrás de la ambulancia mientras que Olivia, su compañera, iba adelante manejando, entonces Bárbara le vomitó el uniforme a la chica, así de simple.

—Ambulancia 61, hombre con herida de bala en la calle Talo norte—informó la voz que había sonado posteriormente en el mismo lugar, cuando sonó la voz, la ojimiel iba saliendo de la ducha, vistiéndose, para ser más sensata.

(N/A: Noten que las direcciones son inventadas)

Llegaron a la calle en donde un tipo estaba tirado en el suelo con un arma en mano, Olivia y Edlynne tragaron saliva, ya les ha tocado vivir situaciones así pero el miedo a perder sus vidas seguía presente, procedieron a curar al hombre no sin antes asegurarse de tener sus radios bien cerca.

El herido, como buen samaritano, dejó el arma a un lado para dejar trabajar a las chicas tranquilas, estas se sorprendieron por su movimiento y él les sonrió.

-Coño,¡está buenísimo!-pensó Olivia con rubor en las mejillas, Edlynne al parecer leyó la mente de su compañera.

Ética profesional—musitó lo suficientemente audible para su compañera quien la miro mal, ella sonrió.

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⏰ Última actualización: Mar 04, 2021 ⏰

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𝐻𝑒𝒶𝓁𝒾𝓃𝑔 𝒜𝑒𝓃𝑔𝑒𝓁/𝘍𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤;𝘌𝘭𝘥𝘢𝘳𝘺𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora