¡Alto! No sigas

Estrella

— Buenos días Bruce

Saludo al hombre quien tomaba un café mientras miraba las noticias. Dos meses más y ahora consideraba al nombrado un muy buen amigo. Se suponía que solo estaría tres meses trabajando para el señor Stark pero al parecer había cambiado de opinión con respecto al tiempo y ya que deseaba que la señorita Potts tuviera más tiempo libre le pidió que se quedara indefinidamente a lo que acepto.

— ¿Irás esta noche?– pregunto el de cabellos oscuros–

— Es trabajo, claro que sí.

Está noche, Tony Stark haría una fiesta en la nueva "fortaleza" de los vengadores y ella era la encargada de organizar dicha fiesta, al parecer era una pequeña despedida para Thor quién volvería a Asgard por asuntos personales.

Se encontraba en la torre solo porque necesitaba unos papeles que Tony le había pedido llevar esta noche. No quería ir, era una fiesta exclusiva y aunque al parecer a todos les agradaba no se sentía muy cómoda.

— Nos vemos Bruce

Se despidió de él mientras esté comía cereales en la barra de la cocina. Él le dijo adiós con la mano y vio como entraba al elevador, hasta ahora con la única persona que se llevaba al 100 era con Bruce, y como no si era con quién mas interactuaba.

La noche llegó pronto y ella se encontraba organizando a varios chicos que habían llevado las botellas para surtir el mini bar que se encontraba en una de las salas comunes del edificio. Estaba nerviosa de que algo saliera mal, no sabía por qué pero así era.

Pronto los invitados fueron llegando y rápidamente ella fue a llamar a su jefe ya que era él quien había sugerido la idea de hacer una despedida, pronto el también se encontraba entre los invitados.

Uno de los que se encargaban de las bebidas se acercó a ella y le susurró algo que la dejo helada. Busco por todo el lugar a cierto hombre y disculpándose con los presentes por quitarles al hombre lo llevo a un lugar apartado donde nadie pudiera escucharlos.

— ¿Qué sucede? ¿Estás bien?

— Bruce no hay hielo, ¿Qué hago? Hace una hora me confirmaron que vendría el repartidor y aún no llega, el poco hielo que había ya se terminó y sabes que a Tony no le gusta que...

— Ok, cálmate, respira profundo. ¿Volviste a llamarle al repartidor?

— No me contesta, no sé qué hacer

— Tranquila, no es el fin del mundo. Llama a otro, dile que Tony Stark necesita hielo y seguro vendrán de inmediato. ¿Ok?

— No es posible, ya llame a todos y o están cerrados o no habrá servicio hasta mañana ni siquiera importa que sea para Tony y el repartidor que accedió no me contesta, esto es un...– una llamada entrante la interrumpió– ¡Es él!

El hombre espero a que la llamada terminara y vio como ella mordía su labio ansiosa, el fugaz pensamiento de que se veía sexi haciendo eso llegó a la mente del hombre pero desapareció tan rápido cómo llego. No era momento para eso.

— ¿Y bien?

— Dice que se ha perdido ¿Lo puedes creer? Saldré a buscarlo y a darle indicaciones espero que no esté muy lejos de aquí.

— Te acompaño

— No es necesario, vuelve a la fiesta, perdón por molestar pero es que eres el único que...

Espero a que continuará pero parecía que no pensaba en hacerlo así que colocando sus dos manos en los hombros ajenos trato de calmarla y le dijo que todo estaría bien. Ella asintió y salió por una de las puertas para ir hacia el exterior.