🇸 e conocieron una noches, tras huir de sus demonios.
L os últimos de sus clases, con un pasado doloroso que no se puede borrar.
U na venganza contra los que los dañaron.
U na venganza que creen que calmara el dolor de sus corazones.
P or una misi...
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"Esos ojos no solo nos están mirando, están viendo a través de nosotros, como los de Alexandra". Pensó Dosu.
-"Tenten no más juegos...¡Fuerza total!"- exclamó Neji pero se detuvo al sentir otro chakra y ver qué Dosu y Zaku tenían varios puntos de chakra cerrados, más Zaku.
-"¿Qué está pasando?¿Neji?"- pregunto Tenten.
"Ya debió de haber sentido el chakra de Sasuke y aparte ver los puntos de chakra cerrados que tienen ambos". Pensó Lexa.
-"¿Y bien?¿Van a quedarse ahí parados todo el día, o van a bajar y harán algo al respecto?"- dijo Dosu impaciente más que nada al sentir la mirada de Alexandra, sentía cómo es que ella quería que ellos pelearán con el Hyuga.
-"De hecho, parece que esto podía quitármelo de las manos."- dijo Neji viendo hacia donde un Sasuek inconsciente se encontraba, todos voltearon a ver en la dirección de Sasuke y cuando lo hicieron vieron como un chakra morado lo estaba rodeando. Cada vez era más y más, casi como si fuera la oscuridad que su cuerpo estaba emitiendo.
-"¡Qué alegría! Estás despierto."- exclamó Sakura, pero Sasuke no le prestó ni la más mínima atención.
Todos excepto Alexandra observaban a Sasuke con terror, esa aura que tenía era tan oscura y que te gritaba peligro, que les causaba un gran temor. Pero eso no era todo sino que unas manchas rojas aparecieron en la mitad del cuerpo del azabache.
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-"Sasuke"- llamó Alex captando la atención de este,quien apenas conectó su mirada con la de su amada y vio los rasguños, cortes y manchas de sangre es su pálida y delicada piel causó un furia en su cuerpo, que le hacía querer matar a aquel que se atrevió a tocarla; el aura morada que lo rodeaba aumento, demostrando su furia y enojo.
Pero no con ella, estaba enojado consigo mismo al saber que no pudo protegerla, el saber que estaba lastimada por su culpa. Y enfureció aún más al ver la gran herida que tenía en su mano.
