Capítulo 8

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Le había tomado varias horas y más hechizos explosivos de los que le gustaría pensar, pero Severus le creyó. Harry, no, había dejado ese nombre después de todo el infierno por el que pasó como Harry Potter... Gabriel, le explicó a Severus lo poco que sabía sobre los días de sus padres como estudiantes.

Cómo Tom Riddle había subido al poder a finales de los setenta y había desatado un reinado de destrucción que diezmó las comunidades mágicas. Cómo había aprendido de su profesor de pociones, el mucho mayor y mucho más cínico Severus Snape, sobre cómo James y su pandilla lo habían acosado durante casi todos sus años escolares, todo porque había sido amigo de Lily. Cómo había sido necesario la muerte de los padres de James antes de que finalmente creciera lo suficiente como para que Lily saliera con él. Cómo Sirius había dejado atrás a la familia Black y estaba viviendo solo.

Gabriel le dijo a Severus lo que sabía sobre el ataque esa noche de Halloween (explicando por qué odiaba esas vacaciones) y cómo Peter Pettigrew había traicionado a los Potter con Voldemort y había culpado a Sirius por el crimen. Cómo Sirius había regresado para tratar de matar al traidor solo para verse obligado a huir porque Pettigrew había escapado.

Severus estaba sorprendido de que a pesar de lo mucho que a 'Harry' le disgustaba su maestro, todavía había elegido ser un Slytherin y hacerse amigo del yo más joven del hombre en lugar de unirse inmediatamente a James y sus compañeros en Gryffindor.

Aunque podía entender completamente por qué Gabriel no tenía ningún interés en Lily Evans. ¿Quién querría salir con su propia madre?

"¿Dumbledore sabe sobre esto?"

"Absolutamente no. Dumbledore fue la razón por la que me colocaron con mi tía que odia la magia, y sé que McGonagall trató de advertirle que no me pusiera con Petunia Dursley unas horas después del ataque. Y sospecho que había alguien vigilando la casa también, porque un par de veces traté de escapar, pero borraron mis registros y regresaba a la casa en menos de una semana", dijo Gabriel enojado.

La única explicación de por qué sus antecedentes juveniles siempre habían estado ausentes era si Dumbledore tenía a alguien observándolo y advirtiéndoles cada vez que intentaba escapar.

Vivir en un centro de detención de menores era infinitamente preferible a vivir con su tía, lo sabía, porque había estado en uno durante más de un mes antes de que lo rechazaran de repente. Incluso lo habían dejado en un orfanato, y aún así terminó en ese pequeño armario una semana después.

Así que sí, podía decir con toda honestidad que alguien tenía que estar espiando para esa maldita cabra vieja. Y en el momento en que se dio cuenta de eso, había perdido toda la confianza en Dumbledore que había tenido.

"¿Así que mi yo mayor era prácticamente el títere de Dumbledore?" preguntó Severus, cambiando de tema. Le costaba creer que su yo mayor bailara al son de esa vieja cabra senil.

"Lo investigué después de escuchar sobre ti de Remus el futuro, Remus de todos modos. Eras un Mortífago que se había escapado porque Dumbledore decía que eras su espía personal. Y sé que algo tenía que estar obligando a quedarte aquí, porque odiabas absolutamente a los niños y, sin embargo, estabas enseñando una clase muy orientada a los detalles a un grupo de estudiantes de primer año que no sabían nada sobre pociones y se burlaban de cualquiera que no lo hiciera bien a la primera"

Severus se estremeció. Enseñar pociones era una cosa, enseñar a los niños era algo que odiaría hacer a menos que no tuviera otra opción.

"Tengo autoridad para decirte que eras el profesor más temido universalmente en la escuela. Justo en frente de McGonagall y Filch", agregó Gabriel secamente.

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