Rock Me - Vkook

R - Reencuentro

"V... estamos a veinte minutos de empezar... abre la puerta por favor" El ahora pelirrojo llevaba casi media hora encerrado en un armario del estadio donde se presentaría esa noche, tratando de respirar correctamente habló.

"¡No! no quiero, me odian, los odio" Se acurrucó en frío suelo del armario, abrazó sus piernas con fuerza y recargó su frente en sus rodillas.

"Sabes que no es así, haya afuera hay cerca de setenta mil personas esperando a que salgas" Namjoon bufó exasperado, si Kim no salía de esa habitación era hombre muerto.

"Me odian, leíste las notas, soy un fracaso" El chico sollozó audiblemente tras la puerta, Namjoon, su manager miró rápidamente su reloj, quedaban solo quince minutos.

"Escucha, una vez terminado el concierto hablaremos de esto, pero por favor Tae... sal de allí ahora; si no lo haces por ti, hazlo por mí, me van a correr y aunque quiera ayudarte me será imposible si me corren" El moreno retiró las gafas de moldura oscura que le servían para ver con claridad, se talló con fuerza los ojos con las palmas de sus manos, casi se da por vencido cuando escuchó el pestillo de la puerta ceder.

"Mírate, estás hecho un desastre, necesitarás kilos de maquillaje" Taehyung negó suavemente, su cuerpo aún temblaba por su descontrolado llanto, su cara lucía roja e hinchada, Namjoon tomó entre sus manos el rostro de Kim y le habló mirándolo a los ojos.

"Lo vamos a solucionar, solo no te caigas ahora, no frente a miles de personas... si te ven débil te van a devorar y no podré protegerte Tae..." El pelirrojo con reticencia se soltó de la tierna caricia, siempre era lo mismo, Nam le pedía que aguantara un poco más, pero ¿cuánto más podría aguantar así?

Se dirigió con cautela a la sala de maquillaje, el personal guardó silencio al verlo entrar, para ellos no era nuevo ver a V el rockero así, la rutina era que llegara ebrio, quizá drogado, algunas veces como ahora, llegaba hinchado por tanto llorar, simplemente su staff estaba acostumbrado, pero lo seguían soportando por una sola razón, la paga era buena, el mismo Kim los escuchaba hablar a sus espaldas de su persona, jodidos hipócritas.

Una vez su maquillaje estuvo listo, le dejaron solo para que se colocara el vestuario, se vistió rápidamente y se miró en el espejo, sus hebras rojizas resaltaban con gracia al vestir completamente de negro.

"Me prende verte en tu faceta de rock star"

Sacudió su cabeza suavemente como espantando dichos recuerdos, antes de que pudiese seguir pensando en aquello Namjoon entró casi corriendo al camerino.

"Tae... es tardísimo, ya tienes que estar en la plataforma para subir" miró el agobiado rostro de su manager y hasta el momento mejor amigo.

"Siéntete especial, este concierto lo hago por ti" El pelirrojo al pasar al lado del rubio golpeó su hombro con el de su mejor amigo haciendo que la botella de agua que sostenía el moreno se cayera de entre sus manos, se detuvo antes de salir y miró cómo el agua corría por el suelo.

"Podrás secar el agua con un trapeador, devolverla a la botella, pero jamás volverá a estar limpia Nam, jamás volverá a ser la misma" Taehyung salió de la habitación azotando la puerta a su paso, en cambio el rubio se dejó caer en un sofá, la situación le estaba afectando a él también, cada vez era más difícil que Kim se mantuviera estable.

Se preguntó si era su culpa, ¿debía acabar con todo aquello? Cuando asignaron a Kim en la agencia era teóricamente un mocoso de 18 años, ahora con 25 años era prácticamente imposible decirle que hacer o qué no hacer; cada vez era más difícil alejarlo de los vicios, había perdido la cuenta las veces que lo sacó más que ebrio de los antros finos de la ciudad, cuantas veces pagó y movió influencias para que ningún escándalo saliera a la luz.