𝐀𝐝𝐢𝐨𝐬 -[𝐭𝐫𝐮𝐞𝐰𝐨𝐬]

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── Va-lu ── dije con dificultad y mis ojos entreabiertos, intentando entender aunque sea algo de lo que estaba ocurriendo ──

Escuché el impacto de algo contra el suelo haciendo que mis ojos se abran por completo causándome un poco de dolor en esa zona.

Observé por primera vez mi entorno y me encontraba en una sala completamente blanca, con algunos aparatos a mi alrededor y cables por mis brazos y cuerpo. Giré mi vista a el lado derecho de la cama donde parecía que estaba empotrado y me crucé con Valentín quien me miraba con los ojos cristalizados y una mano tapando su boca con asombro.

── ¡Papi! ── escuché a mi hermosa hijita Ámbar y en un segundo ya estaba al lado de la camilla saltando de felicidad haciendo que suelte una risita ──

── Chiqui, anda a avisarle al abuelo Pedro ── le pidió Valen, Ambi asintió y mientras daba saltitos salió de la habitación, que nena más linda, mi hijita linda ──

── Amor ── murmuró y se acercó hasta a mí con cautela ── ¿Cómo estás? ¿Cómo te sentís? ¿Te duele? ── me preguntó mientras dejaba caricias suaves y delicadas en mi brazo derecho ──

── Ma-so ── dije agragandole el gesto con la mano ── Igu-al todavía no recuer-do por-que estoy acá ── hablé cerrando mis ojos para calmarme y destensarme un poco para así poder pensar mejor ──

── Tranqui es normal, amor. Cuando estés más tranquilo en casa, sin todos estos cables horribles seguro vas a poder recordar mejor ── me dedico una de sus hermosas sonrisas que te transmitían como un cálido abrazo de tu vieja cuando estás medio bajón, tenía mucho poder en mi esa sonrisa ──

── Ve-ni ── le dije tomando con un poco de dificultad su mejilla izquierda, el me sonrió sabiendo lo que significaba y para no hacerme forzar mucho se acercó quedan a centímetros de mi cara ── Te amo ── hablé antes de unir nuestros labios en un cálido y tierno beso que demostraba cuánto habíamos extrañado el tacto ajeno ──

── Yo mucho, mucho, mucho, mucho, mucho más ── me dió piquitos entre cada palabra haciéndome reír y haciéndome olvidar un poco de la mierda esta que estaba pasando ──

Valen acercó una silla y la dejo al lado de la camilla. Se sentó y apoyó su cabeza en mi abdomen mientras dejaba besos y caricias en los lugares a los que llegaba, recordándome cada dos oraciones lo mucho que me había extrañado y lo mucho que lo tenía preocupado ante los diagnósticos del doctor.

En cuestión de un rato lo había recordado... Un auto.
Iba caminando tranquilo con las manos en mi bolsillo. Estaba yendo a recoger a Ámbar de la casa de una amiga, Valen no podía acompañarme porque estaba en el estudio viendo unas cosas con Facu. En el camino iba todo bien, un par de personas me reconocieron y me pidieron fotos, con la mejor se las di y hablé un poco con algunos, me la re subían.

Pero en una calle todo cambió, elevé mi vista del suelo y ví a una chica de aproximadamente quince años cruzando la calle distraída, sin notar que un auto se aproximaba a máxima velocidad mientras se desviaba de un lado a otro. Parecía borracho. En un acto de reflejo corrí y la empujé sacándola del peligro pero dejándome en ese lugar a mi.

Sentí un impacto muy fuerte en mi cuerpo y como caía al suelo. Oí un grito que transmitía miedo mezclado con espanto y después... nada.

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