Te Encontraré (PPG & RRB)

Capítulo 3: Primer Encuentro 1/2

Un pelirrojo y un azabache volaban alrededor del Golfo, buscando en los barcos de la zona, en el puerto y hasta dentro de los barriles y barcos, pero no había rastro de su hermano. Ambos chicos se miraron desconcertados. No sabían donde más buscar.

—No lo encontramos en ningún lugar. Brick, ¿qué le diremos a papá?— Pregunto el ojiverde intranquilo ante la situación.

Brick se quedó en silencio, no sabía qué decir. Así estuvieron flotando por unos instantes hasta que escucharon la melodía de una flauta.

—¿Escuchas eso?— Pregunto el ojirrojo refiriéndose a la bella melodía.

—Es el sonido de una flauta.—

— Veamos de dónde viene.— Ordenó Brick y Butch solo asintió para hallar al que emitía esa melodía.

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En el palacio había un gran ajetreo. Los guardias nadaban por todos los rincones del palacio. El rey estaba sentado en su trono. Se mostraba preocupado y frustrado al mismo tiempo. Se podría decir que estaba al borde las lágrimas.

—¡Su alteza, lo juro!— Sé defendió Coral.

La joven de ojos azules estaba ante la presencia del rey después de enterarse por Trisquel lo que había pasado con los guardias y la repentina desaparición de sus hijas.

—Yo acosté a las niñas.—

El monarca estaba recostado en uno de los brazos de su gran trono mientras se cubría la cara con su mano izquierda en señal de lamento.

—¿A si? Entonces como explicas su escape.— Se acercó indignado el caballo de mar hacia la sirena que se veía ofendida de las acusaciones.

—¡Trisquel!— Exclamo el rey en tono grave que hizo que el caballo de mar se estremeciera.

—Coral, no te preocupes. Esto no es tu culpa. Puedes retirarte.— Enuncio Arthur antes de que la susodicha se fuera.

—Su a-alteza...— Tartamudeo Trisquel.

—Espero que sea la última vez que usted ejerza un papel así, sea en mi presencia o no.—

—Sí, su alteza.—

—¡Guardias!— Exclamó Arthur y en cuestión de instantes había un grupo de guardias, incluido el general, estaban presentes.

Arthur procede a suspirar y se dirige a los guardias. —Señores, hay un lugar en donde todavía no han revisado.—

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En las afueras del palacio subacuático, muchos guardias estaban esperando órdenes de su general. El susodicho se hizo presente y rápidamente todos pararon de charlar para rápidamente posicionarse erguidos hacia él. El general bufo y esto preocupo a los demás.

—Señores, el día que hemos temido que llegaría ha llegado.— Empezó a decir el general poniéndose en frente de los soldados.

—Tendremos que salir de las profundidades e ir a la superficie a buscar a las princesas. Espero que todos tengan en cuenta de que las probabilidades de que nos encontremos con piratas o cazadores es alta.— Expreso serio.